428996_2607134221003_2122493571_nPor: Jorge Luis Martinez

Puerto Plata: Nuestro país en la actualidad tenemos dos clases empresariales, una que han obtenido sus riqueza a fuerza de corrupción, sangre, plomo, tráfico de droga e influencias, consiguiendo alta concentración de poder y riqueza en sus manos. Otra clase de empresarios cuya riqueza se ha logrado a través de un trabajo honesto y constante, con principios y valores familiares.

La ley de la oferta y la demanda, la libertad de mercado, no se cansan de ser expuesto por la primera clase existente en RD, organizaciones en la que se rompe toda ley de libre mercado y dicho sea de paso deslegitima el poder político del sector público corrompiéndolo a todo nivel.

Mafia empresarial que sostiene una visión de sicariato económico, que impone las formas de producción y distribución a su antojo, la que garantiza a toda costa la continuación de sus monopolios productivos, es la misma que genera todo sistema de terror empresarial para garantizar supervivencia social.

Decimos entonces que el terrorismo empresarial se aplica como una medida de la oligarquía para detener, minimizar, desalentar y neutralizar a la competencia dentro de un mismo mercado, con el fin de mantener y garantizar la existencias de monopolios u oligopolios, de los que se derivan una gran cantidad de privilegios, como evasión de impuesto y la injerencia directa en el estado.

Puerto Plata vive hoy un momento crucial en lo que tiene que ver con el nuevo crecimiento como destino turístico, algo extraordinario se puede visualizar en el futuro de nuestra provincia, nuevos capitales desean invertir aquí, las miradas de grandes poderes económicos hoy están dispuestos a tomarnos como su lugar para establecer sus operaciones.

Las estructuras materiales que garantizan el terrorismo empresarial, están desde palacio, congreso, jueces y militares, para ejercer el control material en algunas zonas y territorios, para promover robos, asesinatos y represión militar o policial a la sociedad.

Los casos recientes del extranjero encontrado muerto en un vehículo en la carretera Imbert-Luperón, el asesinato del turista alemán, el atraco al día siguiente a otros turistas y como si fuera una especie de mensaje directo, anoche luego de tener instalado un nuevo comandante aquí, un acto similar y con las mismas características ocurre.

Por esto estoy convencido que de hace imprescindible que todos los sectores se unifiquen para luchar contra el terrorismo empresarial, lucha que debe ser mediante la unidad ideológica-institucional de los pequeños empresarios, productores, políticos, intelectuales, estudiantes, periodistas y la sociedad civil, la oligarquía ellos también deben asumir una posición al lado de su pueblo y en contra de este terrorismo que llena de sangre y enluta nuestra provincia.