Por Lic. Gregory Castellanos Ruano
«…el Rey Herodes gritando venganza junto a las retorcidas
rodillas de Jesús agarrotadas en el aire,
un rey de idiotas mudos y de infantes. El mundo
es aún más Herodes que Herodes;…«
(Lowell, Robert: Los santos inocentes; en Stevens, Williams: Lowell, Poemas, versiones y notas por Alberto Girri, Corregidor, Buenos Aires, 1982)
Para pretender alienar más, tanto a incautos como a no incautos, «El Estratega« Presidente Danilo `Dañino` Medina ha acudido a una serie de acciones (que más bien son verdaderas actuaciones suyas, verdaderas simulaciones suyas) cerrándose el broche del `disfraz del patriotismo` que se pone como cuando alguien se pone un disfraz de carnaval, y muy específicamente un disfraz de payaso, y es que, en realidad, él considera que esto de la política no es más que carnaval, puro carnaval. Ello forma parte del pensamiento político del `Traidor a la República Dominicana` que nos gastamos como Presidente.
Así, me permito recordarles a los amables lectores algunas de las payasadas en ese sentido de «El Estratega« Presidente, payasadas todas ellas que fueron publicadas por todos los periódicos nacionales en la medida en que cada una de dichas payasadas fueron produciéndose: 1.- «El Estratega« Presidente dijo rendirle «homenaje« (¿?) a la bandera nacional. 2.- «El Estratega« Presidente, no obstante ser un `Verdugo de la Patria`, acudió el veintisiete (27) de Febrero al Altar de la Patria a ultrajar con su presencia la memoria de los Padres Fundadores de la República Dominicana. 3.- «El Estratega« Presidente ensalzó a Sánchez diciendo que `Sánchez fue un héroe indiscutible y mártir de nuestra libertad`. 4.- Participó en Azua en los actos conmemorativos de la Batalla del diecinueve (19) de Marzo de 1844. 5.- Participó en Santiago de Los Caballeros en los actos conmemorativos de la Batalla del treinta (30) de Marzo de 1844. 6.- Para completar su carroza payasesca y de carnaval «El Estratega« Presidente ha conseguido enrolar a la misma su última adquisición: el apoyo de un supuesto «Polo Patriótico« (¿?) que presenta su fotografía como candidato presidencial 2016-2020. ¡Esto es lo último! ¡Lo último-último de verdad-verdad! ¡Lo más ridículo de entre lo más ridículo! Aunque el examen y análisis detenido y por separado de cada uno de esos pasos de payaso de circo haría creer a cualquier dominicano consciente que cada uno de dichos pasos no pasará de ahí, que cada paso es el último paso, que no habrá más irreverencia, lo cierto que el animus irreverente de quien lamentablemente desgobierna a este país llamado República Dominicana lo lleva a seguir transitando e internándose por dicho sendero de la más plena irreverencia debido a su condición medular de `Traidor a la Patria`.
«El Estratega« Presidente, pues, al dar cada uno de esos pasos lo que ha hecho no ha sido otra cosa más que burlarse inmisericordemente del Estado llamado República Dominicana, burlarse inmisericordemente de la Nación dominicana, burlarse inmisericordemente del pueblo dominicano.
Este `Traidor a la Patria`: ha humillado a la `Bandera de la República Dominicana`; ha humillado al `Altar de la Patria`; ha humillado la memoria de cada uno de los Padres Fundadores de la República Dominicana; ha humillado a los héroes militares dominicanos que lucharon, unos, para conquistar la Independencia de la República Dominicana, y otros para mantener o para recuperar dicha Independencia; ha humillado las conmemoraciones de batallas militares ganadas por los dominicanos frente a los haitianos; ha humillado a los militares dominicanos poniéndolos a desfilar en «su honor« (¿?); ha humillado al estudiantado dominicano poniendo a estudiantes dominicanos a desfilar en «su honor« (¿?); etcétera. Pero es que estamos hablando del mismo `Traidor a la República Dominicana` llamado Danilo Medina Sánchez que primero congeló por decreto la deportación de los haitianos invasores y ocupantes del territorio dominicano y luego aniquiló toda posibilidad de efectuarse dicha deportación al dar por bueno y válido lo declarado por su `Canciller de la Traición a la República Dominicana` de que «no será deportado ningún haitiano que diga haber nacido en la República Dominicana«; es el mismo que abolió la frontera terrestre con Haití para que los haitianos pasen a territorio dominicano «como se pasa de una habitación a la sala de la casa« y es el mismo que, además, desde su portal de Internet de la Presidencia de la República Dominicana invita descaradamente a los haitianos a seguir viniendo masivamente a este país a trabajar quitándoles los trabajos a los dominicanos con las demás consecuencias o efectos perniciosas y desnacionalizadoras que eso acarrea.
Es de viejo conocido el refrán que reza: «El témpano se les derrite a los pinguinos.« ¿Cuál será la última humillación que éste sujeto que nos desgobierna le irrogará a la República Dominicana, a la Nación dominicana y al Pueblo dominicano para que se considere derretido el témpano sobre el cual dicho `Traidor a la Patria` hasta ahora se ha mantenido flotando?
La opresión que «El Estratega« Presidente viene ejerciendo la viene ejerciendo gracias a la alienación de individuos inconscientes, muchos, y de individuos conscientes de esa alienación (que son los menos), pero totalmente corrompidos y beneficiarios de la corrupción que se desparrama hacia éllos desde la cima en que está dicho `Traidor a la Patria`.
Hay pues opresores que ejercen una opresión que opera de manera inconsciente; y opresores que ejercen una opresión que aunque puede ser captada por un grupo con capacidad de análisis dicha captación es sepultada y silenciada arrojando fajos de billetes de altas denominaciones u otros grandes beneficios de igualmente alta cotización. En la especie dominicana que nos ocupa el opresor o alienador, «El Estratega« Presidente, acude a ambas modalidades cuya única diferencia radica en la respectiva medida de los beneficios obtenidos por ambos tipos de respectivos beneficiarios.
Los opresores, cual que fuese la modalidad de opresión que ejercen, siempre generan desprecio hacia su figura por la misma ser repulsiva por definición. Todos los opresores son como una plaga que se vierten sobre la estupidez del mundo. Por ello siempre habrán quienes estén contra toda modalidad de opresión, máxime cuando lo que está de por medio es la suerte o destino de la Patria ya que el opresor o alienador pone en juego dicha suerte o destino de la Patria, que es el máximo bien, el bien supremo, de toda sociedad organizada como Estado.
Todos aquéllos que aceptan esa opresión la aceptan como si fuese un hecho irremediable, en nada difieren en su comportamiento del comportamiento de aquellos borregos que se dejan conducir al matadero plenamente convencidos de su impotencia.
Los alienados de manera inconscientes y aquéllos que pueden discernir dicha alienación, pero que la aceptan porque han sido comprados, también se asemejan en que usan la misma expresión: «¡Vivan las cadenas!« En fin de cuentas ambos grupos repudiables en su conjunto no son sino una plañidera manada de primates betas que consideran a su alienador u opresor como todo un alfa: su alfa, su Herodes.
…De lo que ambos tipos de beneficiarios no se dan cuenta es de que todos los momentos llegan, que no hay plazo que no se cumpla…
Me despido con un verso de Robert Bly:
«…Y no puedes distinguir a Dios de un grano de arena.
Y tu vida cambia, excepto que ahora
te desentiendes de más cosas que antes;
y esas cosas que ignoras llegan a sepultarte,
y te trituran, y tus padres
ya no pueden ayudarte…. Y ahora el grano de arena se convierte de nuevo en arena,
y estás de pie en algún camino de montaña, llorando.«
(Bly, Robert: El rostro en el Toyota, en Morning Poems, Harper & Collins, New York, 1999)