Celebramos la fiesta de la democracia, celebramos la decisión de un pueblo definido; celebramos al país y a nuestra querida Puerto Plata.
Es tiempo de agradecer a Dios, por la oportunidad de continuar representando los intereses de gente esforzada, valiente y llena de esperanza. A nuestro equipo político y a todas las personas que hicieron posible este triunfo.
Pero sobre todo, no olvidare a quién pertenece verdaderamente esta victoria. Les pertenece a ustedes ciudad de Puerto Plata. Sé que no fuiste a las urnas solo para ganar unas elecciones. Lo hiciste porque entiendes la magnitud de lo que juntos hemos logrado y la tarea que queda por delante continuar.
Hagamos hoy un llamamiento a un nuevo espíritu de trabajo, de servicio, de responsabilidad y compromiso, en que cada uno trabaja más y se preocupa por todos. Y a aquellos puertoplateños cuyo respaldo me queda por ganar, puede que no haya logrado su voto en las pasadas elecciones, pero atiendo a sus voces. Y también seré su alcalde.
No existe persona perfecta. No existe ese ser infalible con soluciones milagrosas. Pero lo que si existe y me comprometo a mantener y reunir, es el mejor equipo que se pueda tener, para continuar haciendo de nuestra ciudad, la «Tacita de Plata» en la que todos quieren vivir y la que todos quieren visitar.
Con pasión, experiencia y la confianza entregada se ha engrosado el compromiso. Con más firmeza que nunca; brilla Puerto Plata.
Que Dios nos bendiga.
Walter Musa