Tras el fracaso electoral, ¿qué hará la izquierda dominicana? ¿Hacía donde dirigirán sus pasos?
La izquierda viene dando tumbos electorales desde hace muchos años sin lograr cohesionarse y consolidarse formando un partido grande capaz de competir en todos los planos, incluso electoral, hasta llegar al poder.
Elecciones van y vienen sin que las fuerzas revolucionarias y progresistas avancen. Al contrario, retroceden como el cangrejo. (“Un paso hacia adelante, dos hacia atrás) Un círculo vicioso de vacilaciones, falta de espíritu unitario, comprensión de los fenómenos sociales, etc.
Guillermo Moreno, con su Alianza país, no obtuvo el diez por ciento con el que soñó durante el proceso electoral. Minou Tavares Mirabal, con su Alianza por la Democracia (APD) no alcanzó siguiera un uno por ciento. ¿Por qué? ¿Qué ocurrió? Apostaron a una segunda vuela que, por los motivos que sean, no se produjo. (¿La táctica se tragó la estrategia?)
Esos y otros grupos no pudieron unirse ellos mismos a pesar –me consta- de los esfuerzos que hicieron algunos dirigentes. Pero la arrogancia, la petulancia y el egocentrismo pequeño burgués, impidieron la unidad no solo orgánica, sino programática.
Esos grupos y dirigentes no terminan por entender que la “unidad de propósitos” es fundamental, que “sin unidad no hay fuerzas” y que “sin fuerzas no hay victoria”. Así es y ha sido siempre.
Se podrán alegar muchas cosas para justificar un desempeño electoral pírrico, en la mayoría de los casos con sobrada razón, como el uso de los recursos del Estado, el fraude, la falta de transparencia, la inequidad, la parcialidad de la Junta Central Electoral, etc. Todos muy válidos. Sin embargo, sería un error escudarse en esas verdades sin un análisis crítico de su rol en los pasados comicios.
Dos diputados nacionales (Fidel Santana, del Frente Amplio aliado al Partido Revolucionario Moderno, entre otras fuerzas y Fidelio Despradel, de Alianza País) serán los únicos representantes de los partidos de centro izquierda o de izquierda en el Congreso, obligados a marcar una diferencia conceptual con el resto de los legisladores rechazando las prebendas y los privilegios como lo prometieron.
No he visto, hasta el momento, ningún enunciado crítico sobre la participación electoral. No conozco ninguna renuncia de los que fracasaron y perdieron vergonzosamente, como sucede en otros países. (¿…?)
Sería bueno que Alianza País, Alianza por la Democracia, Frente Amplio, Movimiento Rebelde, entre otros, incluso el PRM, hicieran evaluaciones sobre el proceso electoral que no sea solo culpar al PLD y al presidente ilegitimo Danilo Medina por los desmanes que cometieron, que fueron muchos, lo que le permitirá, sin son sinceros y honestos, evitar cometer los mismos errores y superar los vicios que arrastran desde hace mucho tiempo.
¿Seguirá la izquierda empantanada en el sectarismo y el vanguardismo que le impide construir un partido grande y fuerte que se convierta en una maquinaria electoral y política opositora capaz de enfrentar a los partidos tradicionales o seguirá dividida como hasta ahora haciéndole el juego a las clases dominantes?
¿Qué harán los grupos revolucionarios y populares después de su fracaso electoral? ¿Esperar las próximas elecciones dentro de cuatro años para repetir el mismo papelazo? ¿Qué hará, pregunto sin ánimo de ofender o maltratar a nadie?