Recientemente por la explosión de una caldera, dos personas resultaron muertas en una empresa de San Cristóbal. A la fecha se desconocen las reales causas que provocaron ese fatal desenlace.
Se recuerda, que las calderas son máquinas de ingeniería para generar vapor a través de una transferencia de calor a presión constante.
Buena parte de nuestra juventud estuvimos bien cerca de calderas mientras trabajamos por más de 14 años en la desaparecida Kettle Sánchez Industrial (Fábrica de spaguettis Reyna).
Por lo tanto, nos acordamos de dos de esos controles que tenía instalados en diferentes áreas de sus tuberías: Manómetros y Termómetros.
El primero para la presión del agua…el segundo para su calor o temperatura.
Hoy muchas calderas tienen instalados múltiples instrumentos hasta para el control inicial de llamas, arranque, ausencia de chispas, combustibles, gases, exceso de humo…en fin.
Por aquel entonces y cada cierto tiempo, el mecánico o ayudante de turno tomaba lectura de ambos medidores y verificaba que todo andaba en orden.
¿Qué podría pasar ante un aumento de temperatura si el Termómetro no lo registra por estar dañado o descontrolado?
¿Qué pasaría si ante un aumento constante de la presión el Manómetro no lo indica por estar dañado o descontrolado?
Más: ¿Si el técnico encargado no capta señales de excesivo calentamiento del área, ruidos extraños en las tuberías…olor a quemado…aunque los instrumentos de medición estén marcando temperaturas y presión “normales”?
¿Qué haría usted si al manejar su vehículo tiene algunos fallos, huele a quemado, hay un no se qué de calentamiento, pero en el tablero le indica que su temperatura está “normal”…se detiene a verificar…o continúa el viaje?
Cada cierto tiempo en Mantenimiento Industrial se recomendaba –no se ahora en esta Era Digital- realizar cambios de los instrumentos de medición cada cierto tiempo hayan dado o no, problemas como una forma efectiva de prevención.
Las sociedades, los pueblos dan por igual señales de calentamiento. De que algo no marcha bien.
¿Es prudente tapar, ocultar con un cartón o papel esos “manómetros y termómetros” sociales?
¿Quiénes son los llamados a atender y entender el comportamiento de esos indicadores sociales?
¿Colocando otros “indicadores” con lecturas fijas falseadas y establecidas previamente para descalificar las reales lecturas que ofrecen los originales instrumentos de la sociedad?
¿Podemos acaso entender, por qué es que explotan los pueblos llevándose con su estallido culpables e inocentes?