PUERTO PLATA.-Una Catedral San Felipe Apóstol abarrotada de feligreses, entre los que no había una sola autoridad, ni civil ni militar, fue escenario este sábado 17 de septiembre de la solemne ordenación presbiterial y diaconal de Ronny Silverio Medina, candidato al Orden de los Presbíteros y Olbin Silverio, candidato al Orden de los Diáconos.
La homilía de ordenación estuvo presidida por el obispo Julio Cesar Corniel Amaro y fue concelebrada por el clero de la diócesis de Puerto Plata, los preceptores de los religiosos ordenados, sacerdotes de otras diócesis, religiosas, familiares y el pueblo de Dios.
Durante la celebración diaconal y sacerdotal, también tuvo lugar la Admisión de dos seminaristas que cursan el primer año de teología, los cuales fueron recibidos por la Iglesia, para luego dentro de cuatro años ser ordenados diáconos, como aconteció con Olbin Medina y después que terminen el proceso en el seminario serán ordenados sacerdotes, como sucedió con Ronny Silverio Medina.
El presbítero Ronny Silverio Medina que en el año 2003 iniciaron siete seminaristas, el rector y un maestrillo, y hoy de “los que iniciamos la travesía divina de la vocación, permanecemos tres. Yo soy el último en llegar de esa promoción y Olbin el primero de la segunda promoción”.
Hablando lleno de inspiración y satisfacción por haber llegado a la meta de convertirse en sacerdote y Olbin Medina a diácono, Silverio Medina interpretó su ordenación y la de su compañero Silverio como una señal de que “Dios ha obrado y por eso estamos aquí”.
El hecho de que la Catedral estuviera abarrotada de feligreses en el acto de ordenación fue interpretado por el sacerdote Kiwi Bernardo López Peña como un signo de que el pueblo de Dios apoya a los que tienen vocación hacia el sacerdocio y cree en los sacerdotes, hombres débiles y pecadores, que no son hombres simplemente, sino que llevan a Cristo.
“Y eso es lo que la gente busca en nosotros, a Cristo a través de nosotros y la presencia de todo este pueblo de Dios con todo el murmullo que está haciendo aquí en la Catedral San Felipe Apóstol es manifestando ese apoyo de la Iglesia a los sacerdotes”, afirmó el religioso puertoplateño, el cual desempeña su misión sacerdotal en Barahona.
Luego de concluir el oficio religioso de ordenación, el cual tuvo una duración de dos horas y cuarenta minutos, el obispo Julio Cesar Corniel Amaro, los sacerdotes, religiosas, los familiares de los religiosos ordenados y sus invitados fueron agasajados en el Club Andrés Brugal Montaner, ubicado en la avenida Presidente Caamaño, prolongación, de la ciudad de Puerto Plata.