Pocas veces la provincia de Puerto Plata ha sido declarada en alerta roja debido a algún fenómeno atmosférico o telúrico y menos en estado de emergencia.
Sin embargo, debido a las torrenciales lluvias de estos días y a los problemas ocasionados en prácticamente toda la provincia, los organismos correspondientes nos han encasillado en el color de la sangre.
Puentes destrozados, comunidades incomunicadas, pérdida de ganado y sembradíos así como viviendas colapsadas, ajuares inutilizados y familias desplazadas, es el triste panorama que nos dejan las avenidas de estas aguas.
Inundaciones como nunca antes habían ocurrido conforme al decir de los más viejos.
Los niveles alcanzados por las aguas, llegaron hasta las oficinas de Aduanas e inundaron gran parte de la misma Comandancia de Puerto.
La Avenida Colón, Camino Real, Avenida Manolo Tavárez Justo, Beller, calle Duarte, Padre Castellanos, El INVI, La Javilla, buena parte del Ensanche Dubocq (Los Callejones), María Auxiliadora (Aguas Negras) Los Coquitos, Mono Mojao, Las Flores, Haiti, Las Mercedes, buena parte del malecón arriba. La 30 de Marzo, calle Luis Espinosa. Prácticamente toda la ciudad.
Cierto que ha caído mucha agua! Las Animas nos han dado más de “dos pesos de agua”…con todo y ñapa.
Aún así, es conveniente observar creemos, algunos detalles:
1- Teníamos marea alta que impedía salir convenientemente el agua de nuestras cañadas y encaches?
2- Los imbornales y alcantarillas de desague del malecón son los suficientemente amplios como para permitir una rápida salida del agua?
3- Qué forzó al río de Los Domínguez a salirse de su cauce e irrumpir ferozmente La Manolo Tavárez Justo, el Invi, La Javilla, y el Camino Real?
4- Cuáles cauces o desagues naturales habrán sellado en la parte alta cerca de la Loma Isabel de Torres que obligaron a las aguas exhibir su furia por Los Maestros, Torre Alta y otras urbanizaciones?
Es verdad que las aguas se llevaron la podredumbre, el polvo y las aguas malolientas de muchas de nuestras barriadas.
Es verdad que las aguas se llevaron la hediondez de las aguas estancadas de algunos ríos, arroyos y cañadas.
Pero asimismo descubren, ponen de manifiesto el proceder de todos. Desde nuestras más encumbradas autoridades, hasta el más sencillo de los ciudadanos.
Las aguas sirven de espejo para hacer ver nuestras propias realidades.