Adriano Miguel Tejada
Algunos pensadores entienden que hemos pasado de la “globalización”, un proceso de apertura en el comercio, pero no en las migraciones, a la “glebalización”.
¿Que es esto de la glebalización? La palabra viene de la gleba, antiguos esclavos, los siervos de la gleba de la Edad Media y de la globalización económica, “fenómeno angustioso que nos empobrece e iguala a los esclavos”, como ha dicho un escritor español.
Este fenómeno refiere al empobrecimiento gradual de todas las clases sociales, que las aleja del comportamiento cívico, de la tolerancia, y de las buenas maneras y las convierte en esclavas del consumismo, de la música mala, de la conversación banal y de la vida sin pretensiones más altas que el “vivir bien” o como me dé la gana.
En la política ya no hay virtuosos, sino “pegaafiches” convertidos en “líderes”. En la comunicación, el irrespeto al público y a la verdad crean carreras y “celebridades”. Los verdaderos maestros ya no existen y la medianía se siente protegida por el sindicato para no ser tocada.
Es más, ya no existen ciudadanos en el buen sentido del término, sino habitantes de un conglomerado por el que no sienten ningún apego y de ahí que no se observen rastros de colaboración para mantener un ambiente limpio y sano. Es lo mismo vivir en la ciudad que en un chiquero, si tiene televisión por cable y señal de wifi.
Como dice “Cambalache”: “Hoy resulta que es lo mismo/ ser derecho que traidor/ Ignorante sabio o chorro/ generoso o estafador./ Todo es igual/ nada es mejor/ lo mismo un burro/ que un gran profesor./ No hay aplazaos/ ni escalafón/ los inmorales/ nos han igualao”.
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