Editorial de Puertoplatahabla.com
PUERTO PLATA.-La cada vez más desafiante oposición del Presidente Danilo Medina a permitir que colaboradores suyos sean castigados por la Justicia por haberse beneficiado de los millonarios sobornos entregados por la compañía constructora brasileña Odebrecht está erosionando su popularidad de manera vertiginosa, poniendo en peligro su futuro político.
Con su tozudez radical Medina proyecta la idea de que teme que por efecto de la teoría del dominó también sea imputado como los que recibieron dinero de la empresa extranjera envuelta en uno de los escándalos de corrupción más grandes que se conoce a nivel planetario y su gobierno termine abruptamente,
A pesar de que hay serias sospechas de que el mandatario dominicano pudo haber recibido parte de los recursos distribuidos por Odebrecht para que le adjudicaran obras que luego sobrevaloraba de manera exagerada en franca violación a leyes vigentes, el gobernante puede salir bien parado del trance en que se encuentra sumido si utiliza la fórmula empleada por Cesar Borgia..
Para eso solo tiene que hacer lo mismo que hizo Cesar Borgia con el terrible represor Ramiro De Lorca, a quien luego de utilizarlo en la toma de un pequeño mosaico de pequeños estados, entre los que cabe mencionar, a las ciudades de Cesena y Forli, nombrándolo como vicegobernador de Forli y luego gobernador de Cesena, capital del recién creado Gran Ducado de Romaña.
En 1501 De Lorca. Hombre cruel y expeditivo que rondaba los 50 años de edad, acometió la pacificación de Romaña imponiendo un implacable régimen de torturas y ejecuciones en público que le brindaban el temor y el odio de la población. Los desórdenes eran reprimidos sin piedad, pero también promovía la paz entre facciones y realizó un programa de obras públicas.
Es oportuno recordar un hecho ocurrido el 29 de enero del 1502 en Faenza donde un delincuente que iba a ser ahorcado consiguió escapar y refugiarse en una iglesia. Ramiro no titubeó y obligó al sacerdote a entregar al reo, a quien hizo ahorcar de una ventana de aquel mismo edificio, violando el espacio sagrado.
Además impuso una multa a los ciudadanos de 10.000 ducados por complicidad, pero los faenzanos la recurrieron a César, que la anuló en un gesto de buena voluntad. Ramiro no se ve desautorizado y en octubre decreta que el consejo de la ciudad no fuera convocado con el toque de trompetas como era tradición, sino mediante las campanas de la iglesia
Mientras tanto tiene lugar el alzamiento de los conjurados en La Magione, que pretendían acabar con la vida de Cesar Borgia, el hijo del papa Rodrigo Borgia. Aunque el gobernador de la Romaña y vicecomandante del ejército pontificio no interviene en la conspiración, César sospecha de él, y el día 22 de diciembre lo manda arrestar y encarcelar.
Bajo tortura Ramiro de Lorca confiesa que pretendía asesinar al duque y presentar su cabeza ante los Orsini y los Baglioni. En un juicio sumarísimo, fue acusado de corrupción, traición y tiranía, delitos por los que se le condenó a muerte mediante decapitación.
El día 26 de diciembre Ramiro De Lorca es ejecutado en la plaza principal de Cesena, su cuerpo partido en dos y su cabeza clavada en una pica. Nicolás Maquiavelo contará en El Príncipe que las sanguinarias acciones de Ramiro de Orco, como lo llama, fueron las que sirvieron a César para ajusticiarle y a la vez desvincularse de sus crímenes.
Los actos de barbarie cometido por Ramiro De Lorca fueron ordenados o apadrinados por Cesar Borgia, pero éste al ver su imagen de gobernante magnánimo y su principado en peligro, actuando como un ajedrecista, sacrificó al sanguinario verdugo por una ficha de mucho menos valor
Para mimetizarse y resurgir como el Ave Fénix, como lo hizo Cesar Borgia después de ordenar la muerte de Ramiro De Lorca, sacar a la Odebrecht del país, obligándola a pagar el doble del monto pagado en sobornos y permitir que vayan a las cárcel los más connotados beneficiarios de los millones sucios que distribuyó la empresa carioca en la República Dominicana.
Pero si se empecina en seguir transitando el derrotero del apañamiento y el ocultamiento de un pecado tan descomunal como el cometido en el pago de sobornos y la sobrevaloración de los diecisiete proyectos que construyo o construye en el país, el tsunami en que se está convirtiendo la Marcha Verde que tiene como caldo de cultivo la justa indignación del pueblo dominicano, lo podría arrollarlo y dejar pintada en el paseo de los gobiernos más corruptos que ha tenido el país, su silueta sinuosa..