Ahora que buena parte de la sociedad dominicana despierta y de un conglomerado acrítico, miedoso, callado e indiferente ante la iniquidad, la corrupción e impunidad, esas misma sociedad se levanta, marcha, exige y demanda, llama la atención de las principales autoridades y del partido en el gobierno.
A esos reclamos se trata de minimizar. Se escribe en los medios, las bocinas se activan. Ahora se ven los corruptos y “corruptos” que dañan las marchas, pero no los distinguen en sus propios estamentos oficiales.
Tan cerca de ellos están y pululan que el hedor es insoportable aunque no sean detectados por quienes hoy ven corruptos asistiendo a las marchas.
Matrices comunicacionales con el afán de crear una sociedad paralizada y muda por el miedo.
Muy de acuerdo con el Lic. Lidio Cadet a la sazón Director de Etica e Integridad Gubernamental quien al referirse hace unas horas sobre las marchas dijo lo siguiente cito “Es más, el hecho de que la gente tenga conciencia crítica es determinante para que la democracia pueda avanzar” fin de la cita.
Una sociedad, personas con conciencia crítica nunca, nunca van a quedarse calladas ante los atropellos, inseguridad ciudadana, la corrupción y la falta de consecuencias.
Los silencios se compran y pagan: promesas de empleos hasta para nuestros hijos, tarjetas de solidaridad, bonos, fundas de comida, publicidad en los medios, programas y hasta sin tener programas. Silencios que al final salen caros a la sociedad.
Silencios en muchos dirigentes comunitarios y de Juntas de Vecinos, silencios en profesionales de diferentes carreras, silencios en dirigentes políticos, silencios por miedo a perder reputación, amigos o hasta el saludo del funcionario.
…“No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos”. Martin Luther King
Consideramos que las marchas verdes que se realizan y las por venir no manchan a nadie. Solo los corruptos y quienes desean permanecer en ese fango suelen ofenderse.
¡Mientras más silencios, más inseguridad ciudadana, más robos, más asaltos, más corrupción, menos consecuencias!
Si usted como funcionario desempeña su gestión dentro de lo correcto, no tiene por qué temer a los reclamos de quienes marchan por un mejor país y por una sociedad digna de mejor suerte.