Miami (EE.UU.).- El potente huracán Irma pierde fuerza a medida que avanza por la costa oeste de Florida (EE.UU.) hacia el norte pero a su paso deja una “crisis humanitaria” en los Cayos, devastación y la amenaza de peligrosas marejadas.
Irma bajó a categoría 2 cerca de Naples, pero sigue representando una amenaza no solo por los fuertes vientos sino por las peligrosas inundaciones de una marejada ciclónica que se espera inmediatamente después de que el ojo del huracán pase por la zona.
Hasta el momento solo se ha informado de la muerte de tres personas a causa de Irma en Florida, pero las autoridades han advertido de que los Cayos sufren una “crisis humanitaria” después de que Irma tocara tierra allí la pasada madrugada con vientos de más de 200 kilómetros por hora.
El departamento de Emergencias del condado de Monroe, al que pertenecen los Cayos, anunció que va en camino a la zona una gran misión de auxilio que incluye “equipos mortuorios de desastre”, según dijo su responsable, Martin Senterfitt, en una conferencia de prensa telefónica que recogen los medios locales.
Las tres muertes confirmadas hasta ahora ocurrieron en accidentes de tráfico, una de ellas la de un hombre en los Cayos que perdió el control de su camioneta por los fuertes vientos.
Los otros dos fallecidos son la “sheriff” adjunta del condado de Hardee y un sargento del departamento de correcciones del estado, que chocaron con sus vehículos en un momento de lluvias y vientos severos en la zona.
Se teme que la cifra de muertos aumente una vez las condiciones meteorológicas permitan el trabajo de los equipos de socorro.
La misión de rescate en los Cayos, la “mayor ayuda” que el archipiélago “haya visto en su vida”, según Senterfitt, llegará por vía aérea e incluirá aviones de carga C-130 de la Fuerza Aérea de EE.UU. cada dos horas, así como helicópteros.
Se espera que el personal de auxilio y los suministros de primera necesidad lleguen a la zona en la mañana del lunes.
La Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) ya advirtió ayer de que no habría ningún lugar seguro en los Cayos, por lo que quienes se quedaran en la zona pese a la orden de evacuación estarían “por su cuenta” hasta que puedan llegar de manera segura los equipos de rescate, lo que no será inmediato.
El vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, explicó hoy en una visita a la sede de FEMA en Washington que, debido al paso del huracán, “los vientos son todavía demasiado fuertes para poder mover misiones de rescate”.
Una vez que las condiciones lo permitan, agregó, los equipos de emergencia se desplazarán a los lugares requeridos para “asegurarse de que todos reciben ayuda”.
Aún es pronto para un balance de los daños materiales ocasionados por Irma, pero entre sus consecuencias se cuentan ya la pérdida de electricidad en más de dos millones y medio de inmuebles (el 27% del estado), así como el colapso de dos grandes grúas de construcción en el Downtown de Miami y un techo arrancado en un edificio de un barrio cercano.
Esos incidentes, que no han dejado heridos, se suman a la caída de árboles y las vías anegadas, una situación que se prevé que empeore con el aumento progresivo del nivel del mar al paso de Irma.
De hecho, el gobernador de Florida, Rick Scott, ha dicho que esa es “la mayor preocupación” y los reporteros de las grandes cadenas nacionales insisten en que quien más mata en los huracanes no es el viento sino el agua, para que los ciudadanos no se confíen y salgan a la calle.
Para evitar eso, el condado de Miami-Dade ha impuesto un toque de queda desde hoy a las 19.00 hora local (23.00 GMT) hasta mañana a las 07.00 (11.00 GMT), mientras la ciudad de Miami hará lo mismo comenzando una hora antes.
El toque de queda es una medida que también pretende evitar los saqueos, que ya se han registrado en Fort Lauderdale, donde nueve personas fueron arrestadas por robar en varias tiendas, y en Miami, donde se detuvo a cuatro personas.
El presidente, Donald Trump, dijo hoy que visitará Florida “muy pronto” y alabó la gestión que están haciendo FEMA y la Guardia Costera, en unas breves declaraciones a su llegada a la Casa Blanca tras pasar el fin de semana con su gabinete en el retiro de Camp David (Maryland).
Preguntado por la respuesta ante Irma, Trump aseguró que “está yendo realmente bien”.
El presidente firmó hoy la declaración de “gran desastre” en Florida por Irma, que permitirá la llegada de fondos federales, mientras el Pentágono anunció que mantiene movilizados más de 7.400 efectivos para hacer frente al potente huracán. EFE