El centro turístico de Playa Dorada (en Puerto Plata) fue dotado hace más de treinta años de una envidiable infraestructura hotelera y recreativa; todo aquello en la cercanía de un aeropuerto internacional de elevada capacidad operativa.
Eran los esfuerzos del gobierno dominicano que, en el decenio de 1970 y con el apoyo técnico y financiero del Banco Mundial, plasmaban en el ámbito de la ciudad atlántica lo que sería el ensayo inicial de un enclave capaz de alojar decenas de miles de viajeros ávidos de confort, dentro de un ambiente de sol y de arena.
Algunos años después, por razones no del todo conocidas, la actividad en torno a la economía turística de Puerto Plata declinó casi hasta la parálisis. Como razones principales, muchos atribuyeron tal infortunio a la obsolescencia y al deterioro de las dos carreteras que permiten el acceso terrestre a Puerto Plata.
Con todo, hará algunos meses que los empresarios turísticos de la zona parecen haber comenzado a sacudirse de la modorra. Se habla ahora de convertir los antiguos hoteles en proyectos inmobiliarios de atractivos apartamentos, con un campo de golf y una estupenda playa a muy pocos pasos. En la bahía de Maimón se finalizará en los próximos meses la instalación de un gran puerto para cruceros. Es obvio, asimismo, que junto a las actividades de Puerto Plata, los polos turísticos de Luperón, Sosúa, Cabarete, Playa Grande y Río San Juan articulan una oferta regional idónea para dinamizar la economía del litoral norte del país.
La idea de construir una nueva carretera entre Santiago y Puerto Plata fue divulgada hace algunas semanas por el Ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo. La propuesta, claro que sí, ha encendido el entusiasmo de algunos muy distinguidos munícipes de ambas ciudades. Movido por tan espontáneo apoyo, me permito presentar en esta página lo que sería un perfil del proyecto de la nueva Autopista (que llamaremos, a partir de ahora, la Autopista del Atlántico), sus beneficios y costos estimados, así como el impacto socioeconómico de dicha ejecutoria.
Descripción general
Se contempla la construcción de una Autopista de 40 km destinada a enlazar directamente el centro industrial y económico que representa la ciudad de Santiago de los Caballeros, segunda urbe del país, con la población de Puerto Plata, fondeadero principal de la costa Atlántica dominicana y centro del espacio turístico alineado en torno a la Carretera Troncal #5. La nueva Autopista reducirá a tan sólo 30 minutos el tiempo de viaje entre Santiago y Puerto Plata.
Asimismo, y en conexión con la vía de Circunvalación Norte de Santiago (finalizada hace unos meses), la Autopista del Atlántico completará un corredor de 200 kilómetros destinado a reducir en más de una hora la duración del trayecto entre Santo Domingo y las instalaciones hoteleras y de servicios existentes en el contorno de Puerto Plata.
La Autopista se ha proyectado con una doble calzada, de dos carriles cada una, separadas por un muro rígido del tipo New Jersey y paseos laterales para facilitar la operación del tráfico. Asimismo, la carretera tendrá capacidad funcional y estructural para acoger el tránsito, de pasajeros y de carga pesada, que circula entre la principal ciudad del Cibao y el más importante centro turístico y de servicios de la costa Norte.
El primer tramo de la nueva Autopista, con 35 km de extensión, se inicia en el km 18 de la Circunvalación Norte de Santiago y finaliza en el cruce con la Carretera Troncal #5, a unos cinco kilómetros del complejo Playa Dorada, en Puerto Plata. Este tramo es nuevo e incluye trabajos de terracería, drenaje, pavimentación, puentes y distribuidores de tráfico, señalización, dispositivos de seguridad vial y otras obras menores. El segundo tramo, de cinco kilómetros, incluye la reconstrucción de la vía actual y la construcción de una nueva calzada, paralela a la existente.
Área de influencia
La Autopista del Atlántico constituirá el último tramo de un eje vial principal de 200 km que comunicará el país en el sentido Norte-Sur y permitirá dicho trayecto en unas dos horas. La nueva facilidad vial hará más económica, fluida y segura la transportación de pasajeros y de mercancías dentro del área de influencia de la Autopista Duarte, que abarca las ciudades de Santo Domingo, Bonao, La Vega, Moca, Santiago y Puerto Plata. A través de este Corredor Vial se desplaza el 24% de los pasajeros-kilómetros y el 36% de las toneladas-kilómetros que diariamente fluyen en todas las carreteras nacionales.
Puerto Plata constituye el principal centro urbano, comercial y turístico de la región Atlántica del país. La construcción de esta vía fomentará el movimiento económico en los núcleos hoteleros que abarcan (al Oeste) desde la bahía de Luperón y el puerto de cruceros de Maimón, hasta la facilidades del complejo Playa Dorada en Puerto Plata y (al Este) el aeropuerto internacional de Sosúa, las villas y el campo de golf de Playa Grande, y las exóticas lagunas y los manglares de Río San Juan.
Características técnicas de la vía
Se consideró una velocidad de proyecto de 100 km/hora en áreas con topografía llana/ondulada y de 80 km/hora en zonas de relieve montañoso/escarpado. La Autopista dispondrá de cuatro carriles de 3.65 metros, en dos calzadas separadas con un muro tipo New Jersey. Los paseos exteriores tendrán un ancho de 2.50 metros y los interiores de 0.70 metros. La pendiente longitudinal no excederá de 6% en terrenos llanos y ondulados, y será inferior a 8% en las áreas montañosas y de inclinación abrupta.
Beneficios socio-económicos
Con respecto al trayecto actual, en la nueva Autopista el ahorro en combustible para un automóvil mediano sería de 0.75 galones (cerca de RD$195), en tanto se evitaría media hora de viaje. Para un camión con semi-remolque (tipo T3-S2), la economía en carburante ascendería a 3.4 galones por viaje (alrededor de RD$780) y el viaje resultaría unos 35 minutos más corto.
Inversión estimada
El orden de magnitud de la inversión en la Autopista del Atlántico se determinó con Car/Cost v.1, un modelo paramétrico para estimación preliminar de costos de construcción de carreteras y autopistas. El programa fue calibrado con los costos y las condiciones reales en que se ejecutaron importantes obras, dentro y fuera del país, durante los últimos 20 años. Sus resultados pueden considerarse con un grado de precisión de más o menos 15%.
En este caso, el pronóstico medio de costo de la Autopista del Atlántico se sitúa en US$340 millones, con un rango posible entre US$290 millones (-15%) y US$390 millones (+15%).
Prefactibilidad económica: TIR y VAN
El pronóstico de tráfico estimó (de manera conservadora) un flujo promedio de 10,000 veh/día en el año de apertura de la Autopista. Este volumen crecería hasta 18,800 veh/día en el décimo año de operación, y alcanzaría un promedio 25,400 veh/día en el año vigésimo.
Con estas previsiones, la Tasa Interna de Retorno calculada supera el 50%, en tanto el Valor Actual Neto de la Inversión se eleva a US$376 millones. El beneficio neto del primer año (US$47.6 millones) supera el valor de la anualidad de la inversión económica en dicho período (US$340 mm x 12% = US$40.8 mm). Esto indica que el inicio inmediato del proyecto es una decisión óptima, dado que la Tasa de Rentabilidad Inmediata (TRI) supera el costo de oportunidad del recurso financiero desde el primer año de operación de la Autopista.
Conclusiones
• La construcción de la Autopista del Atlántico culminará un Corredor Vial de 200 kilómetros, formado por carreteras de cuatro carriles con doble calzada, que hará posible el trayecto en alrededor de dos horas, desde Santo Domingo, cruzando a través de las principales ciudades del Cibao, hasta Puerto Plata, en la costa Atlántica del país.
• Se prevé que la inversión en este proyecto origine grandes beneficios sociales y económicos, como lo indican una Tasa Interna de Retorno de 50.5% y un Valor Actualizado Neto (descontado al 12%) de US$376 millones.
La construcción de la Autopista del Atlántico ha de establecerse, pues, como una de las altas prioridades dentro del programa de inversiones en infraestructura del Gobierno dominicano.
ING. PEDRO EDUARDO MALAGON