LUPERON, Puerto Plata.-El Director Provincial de Turismo, Lorenzo Sancasani, reveló que de los 800 veleros y lanchas turísticas y deportivas que arribaron en el 2008 a la bahía de Luperón, en el 2017 solo lo hicieron 136 embarcaciones.
Sancasani explicó que la caída de la cantidad de embarcaciones que atracaban en dicho puerto se debió a las malas condiciones de la bahía y del espigón, así como el cobro de impuestos no competitivos en relación a otras islas vecinas. Precisó que en solo 11 años se registró un descenso en las visitas de 664 embarcaciones, lo que representa una disminución de un 83 por ciento.
Afirmó que otros factores que incidieron de manera decisiva en la caída de los arribos fueron la falta de seguridad y el deseo no atendido de los propietarios de las embarcaciones para que Migración extendiera el plazo de 90 días de su estadía a seis meses.
El representante provincial del Ministerio de Turismo calculó que si se volviera a recibir 800 yates, el Estado Dominicano podrá cobrar un mínimo de RD$100.0 millones y la economía de la comunidad de Luperón se activaría, ya que la tripulación de cada yate gasta cada mes unos US$1,000.00.
El funcionario expresó que después de los trabajos de señalización realizados por la Armada Dominicana las embarcaciones que arriban a la protegida bahía de Gracia pueden atracar sin peligro de encallar.
Manifestó que es un lujo para las embarcaciones entrar a la rada, que ha sido limpiada, señalizada, el espigón fue arreglado, se retiraron los barcos que estaban anclados a sus dos costados, se colocaron luces en la punta del espigón, que alumbran durante las 24 horas y se sacaron la mayoría de las embarcaciones que estaban hundidas.
Informó, del mismo modo, que se hizo un acuerdo con los pescadores para permitirles que descarguen el producto de su faena pesquera y tan pronto terminen deben moverse para dejar el espigón despejado.
En cuando al dragado del puerto dijo que se hicieron los estudios, al cabo de los cuales el personal de la Armada Dominicana que lo realizó reveló que aunque hay bastante sedimento, la situación no es tan grave y solo hay que dragar algunas áreas.
Señaló que el estudio puso de relieve que no hay necesidad de comprar o rentar equipos de dragados en el exterior para extraer el lodo asentado sobre el lecho marino de los sitios que hay que intervenir para limpiarlos, porque se pueden conseguir en el país.
Sancasani reveló que hay que hacer un trabajo para evitar que las cañadas que desembocan en la bahía viertan menos sedimento y basura, y disminuyan su calado, haciendo más difícil a los capitanes maniobrar las embarcaciones al momento de entrada y salida.