SANTO DOMINGO. Y hubo título al final del túnel. Pasaron 10 años, nueve torneos, siete dirigentes (incluido el legendario Félix Fermín en tres etapas, Tony Peña y hasta Manny Acta) y cuatro gerentes. Desde enero de 2008 las Águilas no ganaban pero parecía como si fuera una eternidad.
En ese trayecto el país estrenó el Metro, el 911, avenidas de circunvalación, se institucionalizó destinar el 4% del PIB para Educación, las redes sociales, los smartphones enterraron a los celulares “brutos” y equipos como el Escogido, los Cachorros y los Astros terminaron sus prolongadas sequías sin corona.
Con la final igualada a tres partidos, sin tiempo en el calendario por las posposiciones ocasionadas por la lluvia, las cuyayas envalentonadas trajeron sus maletas de Santiago para hacer el viaje este jueves a Guadalajara, México, a la Serie del Caribe, y fabricaron las carreras necesarias en el primer tercio del choque para romper el maleficio y ganar el encuentro decisivo 11-5.
El cubano Yunesky Maya trabajó las primeras cuatro entradas de cinco hits y dos vueltas, Jhan Maríñez (el ganador) y Richard Rodríguez hicieron relevos de dos entradas cada uno.
El revés fue para Rolando Valdez.
Un partido que prometía infartos se definió con el pitcheo efectivo aguilucho y el descontrol del liceísta, bien capitalizado por los bateadores amarillos, pacientes y oportunos con 12 hits. Pero no faltaron dramatismo, nervios, ni presión, de ambos lados de un estadio Quisqueya repleto.
Es la corona 21 de la novena cibaeña y así se coloca a una del Licey, máximos ganadores del torneo que se juega desde 1951.