Por Lic. Gregory Castellanos Ruano
) En el Colegio de Abogados de la República Dominicana (CARD) hay matriculados vivos más de sesenta y cuatro mil (64,000) abogados y de esa cantidad de abogados vivos apenas acuden a votar, como mucho, menos de diez mil (10,000) abogados, lo que da lugar a que las elecciones en dicha entidad pueda ser ganada con gran facilidad por aquella plancha que consigauna pequeñísima cantidad de votos por encima de todas las restantes que tercien en los comicios que allí se celebran para renovar la dirección de dicho gremio de abogados con categoría de institución de Derecho Público Interno.
) La inmensa mayor parte de los abogados en ejercicio no tienen interés en participar en esas elecciones ni como candidatos ni como electores y ese desinterés ha dado lugar a que la inmensa mayor parte de la franja de los abogados mediocres se organice e inscriba planchas electorales para tratar de llegar a hacerse con el control de esa institución.
) Mientras en otros países los directivos de los colegios de abogados, de las asociaciones de abogados, etcétera, son personas notables debido a su honradez, a su preparación académica, a su preparación profesional y a su ejercicio profesional exitoso, en nuestro país, por el contrario, la inmensa mayor parte de los que llegan a ser directivosdel Colegio de Abogados no muestran esas prendas y características.
) Ello da lugar a que se produzca una división en el seno de la clase de los abogados: a) por un lado los abogados en ejercicio que consideran que no tienen necesidad de participar en nada que haga el Colegio de Abogados y que hasta ven con desprecio a este debido a que consideran personas inadecuadas y sin méritos de ninguna índole a la inmensa mayor parte de los que llegan a ser directivos del mismo; y b) los abogados en ejercicio desaprensivosque pululan alrededor de la idea de adueñarse del Colegio de Abogados para controlarlo y hacer uso del mismo de la misma manera que hacen los políticos desaprensivos cuando llegan al Estado, convirtiendo, de esa manera, al Colegio de Abogados en un feudo propio, en un conuco propio, para derivar de él beneficios de diferentes índoles, entre ellos beneficios de índole inmoral gracias a la instrumentalización que hacen, sea de dicho Colegio de Abogados, sea de una estructura segmentaria del mismo, sea de algún funcionario del mismo, etcétera.
) De esa manera la mediocridad se ha apoderado del Colegio de Abogados.
) De esa mediocridad dueña del Colegio de Abogados se pueden apreciar sus pálidos desempeños.
) Una manifestación clara de esa mediocridad rampante que existe actualmente en el Colegio de Abogados lo es el hecho de que el mismo no patrocina la impresión de obras escritas por abogados dominicanos, no obstante las sumas millonarias exorbitantes que maneja la Junta Directiva que conforman, por un lado el grupo del actual y tristemente célebre Presidente Dr. Miguel Surún Hernández, y, por el otro lado, el grupo del también tristemente célebre Dr. Diego José García, un conocido deportado del plano intelectual.
) ¡Miren en manos de quiénes es que está el Colegio de Abogados!
) Los abogados que conforman el primer sector, vale decir,los abogados en ejercicio que consideran que no tienen necesidad de participar en nada que haga el Colegio de Abogados y que hasta ven con desprecio a este debido a que consideran personas inadecuadas y sin méritos de ninguna índole a la inmensa mayor parte de los que llegan a ser directivos del mismo, vienen a descubrir la necesidad de participar en darle otra orientación, otro rumbo al Colegio de Abogados participando en sus comicios única y exclusivamente cuando algún avispado del segundo sector (esto es, los abogados en ejercicio desaprensivos que pululan alrededor de la idea de adueñarse del Colegio de Abogados para controlarlo y hacer uso del mismo de la misma manera que hacen los políticos desaprensivos cuando llegan al Estado, convirtiendo, de esa manera, al Colegio de Abogados en un feudo propio, en un conuco propio), coloca a alguno de los abogados del primer sector en una situación incómoda fabricándole falsamente un expediente disciplinario para perseguir obligar -gracias a la instrumentalización que logra en el Colegio de Abogados por las razones referidas- a ese abogado objeto de dicha querella disciplinaria artificiosa a negociar lo que en buena lid él ha conseguido en las jurisdicciones ordinarias. Es entonces cuando ése abogado y aquéllos abogados que lo asisten en su defensa descubren el error de no haber tenido un papel activo votando en las elecciones para así lograr el adecentamiento del Colegio de Abogados.Es sólo entonces cuando emerge en ese abogado víctima y en sus abogados defensores una nueva conciencia que contempla con bochorno la desnudez de su indefensión frente a ese tipo de vagabundería.
) Es sólo entonces cuando se dan cuenta de que han sido obligados a pisar en un nido de ratas y de reptiles, a pisar en una entidad reducida a desechos.
Son muchísimos los abogados que han sido víctimas de ese accionar mafioso que se ha entronizado en el Colegio de Abogados y que ha sido más protuberante bajo la tristemente célebre diarquía Miguel Surún Hernández-Diego José García.
) Ese lamentable panorama que tiene lugar en el Colegio de Abogados debe de llevar a los abogados desinteresados respecto del Colegio de Abogados a la maduración social, esto es, a la maduración como miembros de una clase social que un grupo sin merecimientos pretende sujetar bajo su obscuro y repudiable dominio en base a ese control y a esa manipulación que hacen desde su apoderamiento y control del Colegio de Abogados.
) Es importante, muy importante, sumamente importante, recordarles a los abogados en ejercicio que tradicionalmente muestran esa pasividad y ese desinterés que nadie hará por nosotros los abogados lo que no somos capaces de hacer por nosotros mismos.