PUERTO PLATA.-El historiador Juan Francisco Payero Briso afirmó que hacia el año 1860 las mercancías y pasajeros que llegaban del exterior al Cibao por vía marítima eran transportadas en barcos que arriban al puerto situado en la parte norte de la bahía de Puerto Plata.
Precisó que el espigón era muy pequeño y el puerto de baja profundidad, los barcos tenían que ser guiados por una lancha pequeña para poder anclase a distancia, desde donde desembarcaban las mercancías por medio de barcazas
Payero Briso dijo que este era el único puerto que existía para entrar al territorio septentrional de la parte este de la isla de Santo Domingo y que por ese motivo se convirtió en un importante lugar para el desarrollo del comercio interno y del exterior.
Recordó que este pequeño puerto para 1891 se convirtió en un importante lugar para la exportación de tabaco, café, cacao y azúcar y otros pequeños rubros producidos en la región norte. Agregó que este puerto era visitado por buques de velas y pequeñas embarcaciones de cabotaje, que mantenía el comercio con islas del Caribe.
Dio a conocer que durante la dictadura de Lilis, en 1896, se construyó un nuevo puerto de mampostería y hierro, del lado sur del fuerte de San Felipe, cuyo constructor fue un ingeniero apellidado Macgregor, que fue asistido por el ingeniero dominicano Alfredo Ginebra.
Explicó que ese pequeño muelle poseía alumbrado, teléfonos y una pequeña vía férrea, que se comunicaba con pequeños vagones, desde sus almacenes con la Estación Central del Ferrocarril, para traer y llevar mercancías del Cibao a Puerto Plata y de ahí al exterior y viceversa.
El también profesional de la medicina expresó que dicho lugar se utilizaba también para el embarque y desembarque de mercancías, en naves de pequeños calados y además acudían numerosos botes de pescas para ser limpiados y reparados.
Payero Briso se refirió al puerto local en su ponencia “Puerto Plata: ciudad cosmopolita en el siglo XIX”, presentada durante su intervención en el seminario de historia local “Puerto Plata: una ventana al mundo en el siglo XIX realizado el 23 de junio organizado por la Academia Dominicana de la Historia.
Señaló que la relación del puerto con la ciudad produjo cambio de manera significativa, ya que és ocupó un papel muy importante como ventana comercial y cultural con el exterior. Destacó que la ciudad adquirió una demanda de infraestructuras, debido al papel que venía exhibiendo el puerto en su crecimiento con sus actividades mercantiles con el interior y el exterior.