PUERTO PLATA.-La incipiente historiadora María Amelia Finke Brugal (Beba) informó que fue el progresista ayuntamiento local que propició en el año 1872 la iluminación las calles de la ciudad de Puerto Plata.
Finke Brugal hizo la revelación al presentar su ponencia “Puerto Plata en el siglo XIX” en el seminario sobre historia local “Puerto Plata: una ventana al mundo en el siglo XIX” realizado el pasado 23 de junio en Casa de la Cultura, organizado por la Academia Dominicana de la Historia.
La novel cronista histórica dijo que para cumplir con ese cometido contrató los servicios del cubano Fernando Cisneros para la instalación de 24 faroles. Presumió que la iniciativa de iluminar algunas calles de la Novia del Atlántico, vino de inmigrantes cubanos radicados aquí.
Destacó que los viajeros que tuvieron contacto con Puerto Plata en el año 1874 elogiaban el instinto de limpieza y de conservación de dicha ciudad que les encantaba, sin importar sus calles ni la fragilidad de sus casas de madera.
Expuso que esos viajeros admiraban sus calles alumbradas, su trazado “a la inglesa” y describían la plaza, la iglesia y decían que se percibía “allí ese sentimiento de arte, ese esmero por lo bello que con tanta rareza se ve en el país.
Asimismo, expresaban que los puertoplateños disfrutaban de una tradicional retreta y que las 5,000 almas que residían en la ciudad erigida al pie de la montaña Isabel de Torres tenían la costumbre de hablar en voz baja.
Citando a Federico Marcelín, Beba Finke Brugal indica que Puerto Plata fue destruido totalmente por las llamas, librándose tan solo la Fortaleza Colonial San Felipe, algunas casas en sus alrededores, paredes de algunas casas y algunos pozos de agua y aljibes.
Refirió que luego de muchos esfuerzos la iglesia fue concluida el 23 de septiembre de 1871 y cinco años más tarde, el 15 de abril de 1876, en la madrugada del Sábado de Gloria, se salvó milagrosamente de las llamas por el esfuerzo del cura Pedro Tomás de Mena y Portes y de la feligresía.
Relata que este incidente hizo a los puertoplateños tomar conciencia de la necesidad de un cuerpo de bomberos, por lo que en 1880, durante el gobierno provisional del general Gregorio Luperón, se creó por decreto los cuerpos de bomberos, incluyendo el de Puerto Plata.