Dos propuestas de desalojo menos traumáticas que la formula Kozovo
Por Manuel Gilbert
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Estamos ante la posibilidad de que ocurra un drama que puede afectar a miles de puertoplateños radicados en Playa Oeste, Vía Férrea, Los Coquitos y Nuevo Renacer, si se impone la sinrazón, la arbitrariedad y la fuerza para la reubicación de sus habitantes por efecto de la construcción de las terminales de cruceros, de cargas y de pesca en la bahía de Puerto Plata y sus alrededores.
Pensar en su desalojo y su reubicación en terrenos de los cerrados ingenios Montellano o Amistad, sería una injusticia de marca mayor, ya que se alejaría del espacio en el que han residido durante años y se les situaría a una distancia considerable de sus centros de trabajo, de estudios, lo que se traducirá en la creación de una situación extremadamente perjudicial, traumática en todos los aspectos, especialmente en lo económico y emocional.
Para las autoridades, que se llevarían el mérito de haber propiciado la construcción de una obra que aportará empleos y beneficios a la economía local, regional y nacional, lo que importa, tal vez, es que se construya el proyecto caiga quien caiga, porque, en definitiva, en la lógica gubernamental lo que importa son los beneficios políticos que se derivarán de su ejecución y puesta en servicio.
Del mismo modo, para los inversionistas nacionales y extranjeros que se van a beneficiar de manera extraordinaria de las pingues ganancias que obtendrán, lo que cuenta es continuar mejorando de manera desaforada sus rentas, sus ya abultadas cuentas bancarias y su estatus social, apelando, como siempre lo hacen cuando se ven en medio de un dilema o encrucijada como la que nos ocupa, que la resuelven fácilmente diciendo: “El que no se pueda apear, que se jondee”.
Para evitar que una vez más esas visiones sean las que se impongan en este eventual drama que está a punto de estallar, dejando una secuela enorme de daños y males, nos permitimos hacer dos sugerencias encaminadas a que la reubicación de los pobladores de los cuatro sectores populares mencionados, sea un acto de amor al prójimo y para que la ejecución del proyecto de marras no lesione a nadie, sino que sea beneficioso para todas y todos los puertoplateños.
La primera solución que proponemos para relocalizar a los moradores de Playa Oeste y Nuevo Renacer, es que se declaren de utilidad pública y se adquieran los terrenos propiedad de Cemento Cibao donde estuvo el depósito de clinker y de la Casa Brugal, donde operó la cerrada destilería, para emplear ese amplio terreno para construir edificios de tres niveles para la reubicación de los pobladores de las citadas barriadas.
La otra propuesta consiste en desalojar a todos los habitantes de dichos sectores y construir edificios de tres niveles utilizando los terrenos que ocupan Los Coquitos, el lado sur de la calle Antigua Vía Férrea y las calles dos y cuatro del ensanche Dubocq, para levantar los edificios propuestos en esos espacios y reubicar a los habitantes de todos los sectores mencionados, lo que sería menos traumático que hacer un desalojo injusto al estilo del que se hizo en Kosovo.