Ramiro Francisco
Nos encontramos entre los que creen, que no hay que ser un estudioso de los comportamientos sociales para admitir y reconocer, que la sociedad dominicana se encuentra en un proceso de cambio dentro de su normal etapa de evolución.
Por las razones que usted pueda enumerar y definir, personas que años atrás no eran tan receptivos, contestatarios y solidarios con sus pares, en la actualidad muestran más comprensión y un real espíritu de colaboración, respeto y tolerancia.
Fenómeno (si se nos permite llamarlo así), que lleva a las demandas y protestas en procura de una mejor sociedad.
Usted podrá minimizar esos movimientos de luchas. Ponerle colores y banderas partidarias. Es su derecho. Es su verdad y visión. Pero no podrá negar, la adhesión, el apoyo, la solidaridad, el amor, que en buena parte de nuestra sociedad dominicana le hemos manifestado a esos jóvenes en sus manifestaciones.
Faltando algunos días para las elecciones municipales nueva vez nos enfrentamos a ese reto. Situación que esperamos se pueda salir de manera airosa.
Que cada quien pueda ejercer ese sagrado derecho de elegir sin presión y sin temor alguno y que las autoridades, todas las que tienen que ver con el orden y la transparencia de esos comicios jueguen el papel, realicen el trabajo, para el que han sido designados.
En esta etapa final, ahora cuando se acelera la marcha y se recurren a métodos y acciones deleznables en procura de enlodar al contrario, deben tener en cuenta quienes así lo hacen, que esos modelos no a todos les resultan y pueden convertirse en búmerang.
Candidatos que se respeten, no aceptan ni ponen en práctica acciones de esa naturaleza de sus asesores y consejeros. Muchos de estos nadie los conoce. El lodo como infamia o acción vil, malvada o ruin, se queda en el candidato y su familia.
Lo siento por aquellos que no aprovecharon el tiempo, para trabajar por sus propias comunidades. Lo siento por aquellos que no han trabajado de manera alguna y hoy anhelan el voto de los ciudadanos.
Lo siento por aquellos que nunca alzaron sus voces para respaldar y unirse a las demandas ciudadanas y quieren tener un respaldo de los votantes.
En la tranquilidad donde escribo, solo acompañado de algunos boleros, escucho a Los Panchos “ya es muy tarde para remediar todo lo que ha pasado. Ya es muy tarde para revivir nuestro viejo querer-…”
La “Guagua” va rápida…ya es muy tarde.