Los allegados al asesinado exteniente Fernando de los Santos, conocido como “La Soga”, dijeron que cuando la víctima veía que alguien tenía hambre, él sacaba dinero de sus bolsillos para que compraran alimentos para ellos y sus familias.
“Nadie podía tener hambre alante de él que él no le dijera tenga y vaya allí”, dijo un hombre que se denominó como su amigo, en la escena del asesinato de “La Soga”, quien minutos antes yacía a escasos metros de donde el hombre hablaba.
Los vecinos de “La Soga”, quien fue ultimado de múltiples disparos la mañana de este miércoles, indicaron que el exteniente era un hombre simpático y querido por la comunidad. Un hombre tranquilo que “a pesar de las cosas que se decían de él” era bueno con sus vecinos.
Su asesinato se produjo en la calle Caonabo del residencial San Francisco de Asís, en la comunidad Gurabo, en la provincia Santiago. De los Santos tenía 49 años al momento de su muerte, según confirmó el fiscal a cargo de las primeras investigaciones.
Fernando de los Santos, quien era reconocido como un gallero de primera línea en la comunidad, fue descrito como una persona sociable por sus vecinos, que esta mañana lloraban su asesinato en el residencial.
“A pesar de su rango, el que le ganaba su dinero a él se lo pagaba, sin discusión y sin nada”, dijo uno de los vecinos, como anécdota de las peleas de gallos en las que participaba “La Soga”.
El vecino, y quien se definió como su amigo, y que prefirió no identificarse, también expresó que quizá muchas personas lo veían como un hombre “malo, pero en realidad él era un hombre bien”.
El fiscal Mauricio Ozoria, quien estuvo presente en el levantamiento del cadáver de De los Santos, dijo que hasta el momento se desconoce quiénes fueron los causantes de la muerte de “La Soga” y que no podía revelar si tenían hipótesis sobre el caso porque se encontraban en la primera fase de la investigación.
Asimismo, manifestó que hasta el momento se desconoce la cantidad de balas que impactaron a De los Santos y que eso será determinado en la autopsia que le será practicada en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), donde su cadáver fue trasladado para los procedimientos correspondientes.