Uribe elogió al Héroe Nacional al intervenir al final de la Eucaristía que en su honor fue oficiada el domingo pasado por el obispo Julio César Corniel Amaro en la Catedral San Felipe Apóstol de la ciudad.
“Gregorio Urbano Gilbert tuvo dos nacimientos, el primero el 25 de mayo de 1898 en Puerto Plata y fue biológico en el vientre de su madre. El segundo, el 10 de enero de 1917 en San Pedro de Macorís y fue ideológico en el vientre de la patria. Una sola vida direccionada al compromiso social y a la historia”, proclamó.
Resaltó que lo biológico e ideológico unificados se empinaron en la dignidad, la valentía y el decoro de un hombre de apenas 17 años que se propuso lavar el honor de la dominicanidad mancillada por la intervención militar norteamericana, con una acción armada audaz, corajuda, solitaria e irrevocable contra las tropas que desembarcaron en el puerto de San Pedro de Macorís proclamando: !Viva la República!
Relata que “logró escapar y se unió a la guerrilla que en la región Este enfrentaba al invasor imperial. Recordó que posteriormente fue apresado, torturado y condenado a muerte. Agregó que su sentencia fue cambiada por cadena perpetua, pero la presión nacionalista logró la excarcelación de Gulbert, que no claudicó.
“El patriota en salto cualitativo se convirtió en internacionalista y fue miembro del Ejército de Liberación de Nicaragua que comandana Augusto César Sandino, el General de Hombres Libres y Gulbert dominicano y latinoamericano”, apostilló.
Evocó que el año 1965 envejecido y enfermo se puso al servicio de las fuerzas mlitares constitucionalistas y populares que libraban una guerra patria, por la soberanía, la democracia y la justicia social y allí también estuvo Gilbert, incansable, vertical y digno.
“El héroe antiimperialista fue un ejemplo de superación dialéctica, ya que de vendedor ambulante, dependiente de un comercio, trabajador de imprenta a escritor y egresado de la escuela de filosofía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo”, graficó.
Juan Pablo Uribe remató su discurso diciendo que “ en Gregorio Urbano Gilbert se cumplen perfectamente las palabras del poeta Manuel del Cabral: “Hay muertos que van subiendo cuanto más su ataúd baja” colofonando su pieza oratoria aseverando: “Definitivamente el honor tiene nombre: Gregorio Urbano Gilbert”.
Antes de la Eucaristía en la plaza Independencia fueron izadas las Banderas dominicana y del ayuntamiento al compás del Himno Nacional, toque de corneta, los estudiantes del Liceo Plan Reforma Gregorio Urbano Gilbert dialogaron sobre el patriota puertoplateño y luego varias instituciones hicieron una ofrenda floral, frente a una fotografía gigante de Gilbert.