PUERTO PLATA.-El obispo Julio Cesar Corniel Amaro calificó a Gregorio Urbano Gilbert Suero como un hombre de temple que hizo historia, representándonos a todos interpretando el pensamiento de su época.
Corniel Amaro enjuició a Gilbert Suero y su lucha, luego de ponderar el patriótico acto que protagonizó y ponderar la participación de varias personalidades que intercedieron para que la pena de muerte que se le impuso fuera trocada por la de cadena perpetua.
El religioso mencionó entre los intercesores en favor del Héroe Nacional a José del Carmen Ariza, al padre Rafael Castellanos, los cuales, con la ayuda de otras personalidades, consiguieron que no se cumpliera la sentencia de muerte.
Recordó que cinco años después de lograr que fuera acogida la petición de cambiar la pena de muerte por cadena perpetua, Gilbert Gregorio Urbano Gilbert Suero fue puesto en libertad.
“Eso fue lo que lo llevó a recorrer varios países hasta llegar a Nicaragua, donde se unió al Ejército de Augusto Cesar Sandido junto al que combatió la intervención de Estados Unidos a la patria del poeta Rubén Darío.
Destacó que “este Héroe Nacional, otro hijo de Puerto Plata, supo mantener sus ideales y murió su pensamiento y es por eso que hoy al cumplirse el 50 aniversario de su muerte continúa siendo ejemplo para todos”.
Luego de cumplir su encomienda de encabezar el oficio religioso en honor a Gilbert Suero, hicieron uso de la palabra el presidente de la Comisión Nacional de Efemérides, Juan Pablo Uribe y el ingeniero Luís Manuel De Peña Márquez.
Uribe habló leyó la semblanza del llamado con justicia, “Gilbert: Héroe de dos pueblos”, titulada: “El honor tiene un nombre” y De Peña Márquez dio las gracias a nombre de las familias Gilbert-Suero y otros conglomerados familiares.