Tras semanas de conjeturas, advertencias de sectores sobre su oposición a una subida de impuestos y a la eliminación de exenciones, y el rechazo anunciado de los partidos de oposición, el presidente Luis Abinader despejó el panorama: no habrá reforma fiscal.
“No vamos a aumentar impuestos. Y hoy quiero anunciarles que no someteremos ninguna reforma tributaria. Ahora nuestra única prioridad es consolidar la recuperación económica”, aseveró el presidente Abinader en un discurso de nueve minutos pronunciado anoche.
El mandatario anunció la decisión pese a que la deuda pública consolidada cerró en el mes de junio pasado en US$59,648.5 millones, lo que representa el 68 % del producto interno bruto (PIB). Además, cuando en informes elaborados por entidades financieras internacionales se plasman las expectativas por la ejecución de una reforma o pacto fiscal en la República Dominicana con miras a disminuir el endeudamiento y mantener su calificación de riesgo.
Asimismo, el proyecto de presupuesto general del Estado de 2022 refleja un déficit estimado de RD$174,794.8 millones (3 % del PIB), producto de ingresos totales que ascienden a RD$871,485.9 millones y gastos de RD$1,046,280.7 millones.
Cuando hizo el anuncio de que no habrá reforma fiscal, el presidente, en cambio, garantizó que su gobierno se enfocará en hacer un uso transparente y eficiente de los fondos públicos. “Cada peso del presupuesto público tiene puesto ahora la lupa del presidente”, aseguró.
Abinader recordó que la pandemia del COVID-19 ha impactado no solo la salud y forma de vida, sino la economía y los empleos. Sin embargo, destacó que la situación “está mejorando claramente”.
“Nuestra vacunación es de las mejores del mundo y nuestra letalidad es de las más bajas. Además, nuestra economía experimenta uno de los mayores crecimientos a nivel internacional y el nivel de empleos precovid ya se ha recuperado”, dijo.
Destacó que el Banco Central informó que el país ha tenido un crecimiento del 12.7 % del PIB de enero a septiembre, respecto al año anterior. “Ya hemos recuperado los niveles de empleo prepandemia, sectores como el de zonas francas o el turismo están en capacidad de romper récords en los próximos meses”, agregó.
Pero reconoció que desde hace muchos años en el país se debate la necesidad de una reforma fiscal y se han aprobado múltiples aumentos de impuestos como “parches tributarios”.
Repasó que en 2005 se estableció un impuesto sobre hidrocarburos del 13 %, que en 2006 se incrementó al 16 %, y se aumentó el impuesto a la transferencia de bienes industrializados (Itbis) del 12 al 16 %.
Además, en 2011 se elevó el impuesto sobre la renta de personas jurídicas hasta el 27 %. Y en 2012 el Itbis pasó del 16 al 18 %, gravando bienes que hasta entonces estaban exentos como el aceite comestible, el azúcar, el cacao y el café.
“Durante estos días hemos vuelto a oír hablar mucho de impuestos, pero poco se ha dicho de la otra cara de la moneda de la política fiscal: los gastos. Y es aquí donde el Gobierno está centrando sus esfuerzos en este momento”, dijo.
Reportó que entre enero y septiembre de 2021 el Gobierno disminuyó en 255 % los gastos con respecto al mismo periodo del año anterior, “en todas las partidas que no afectan directamente al bienestar de los dominicanos, consiguiendo un ahorro de más de 27 mil millones de pesos”.
“Además de esto, hemos reducido estructuras, eliminado entidades y fusionado otras. Ejemplo de esto es el Despacho de la Primera Dama, Procomunidad, la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (Oisoe), el Consejo Estatal del Azúcar, la Cdeee, Fonper o la fusión de la Diape y el Dicom, entre otras, y seguiremos en esta misma línea para mejorar la calidad del gasto”, enfatizó.