(Primera parte)
Por Manuel Gilbert
TUBAGUA, Puerto Plata.-Hace 17 años que el director regional de Occidental Hoteles para Méjico y el Caribe, Ventura Serra, nos dio la grata y esperada noticia de que iba a apoyar el premio periodístico concebido y propuesto por mí años antes.
Serra nos dio esta anhelada buena nueva luego de concluir el acto de entrega de su vivienda remodelada y amueblada al empleado de uno de los hoteles del portafolio que operaba en Playa Dorada y el país, de nombre Luís Alexis Almonte Vásquez.
Con este acto justiciero el hotelero dio continuidad a una política puesta en práctica cada año por la mencionada compañía de capital español en beneficio de empleados distinguidos en el cumplimiento de sus obligaciones como empleado.
El acto había concluido y Leonardo Medrano y yo nos les adelantamos en la salida a Serra, a los demás ejecutivos y a los periodistas que les acompañamos hasta el kilómetro 19 de la carretera turística Gregorio Luperón, lugar ubicado entre Tubagua y la peligrosa Curva de la U.
Medrano y yo estábamos conversando al lado de uno de los vehículos que formaban parte de la comitiva, cuando salió del interior de la vivienda entregada a Almonte Vásquez Ventura Serra y se dirigió al lugar donde estábamos y nos anunció que había acogido mi propuesta de crear el certamen sugerido por mi para estimular a los periodistas puertoplateños a escribir más sobre el tema turístico.
Esta noticia no puso eufórico y el corazón aumentó sus pulsaciones por segundo que casi me produjo un síncope cardíaco, pero gracias a Dios no pasó de ser un susto pasajero, ya que el órgano de nuestro cuerpo más identificado con el amor volvió a la normalidad.
De inmediato le di las gracias por haber acogido mi propuesta y le pregunté cuándo comenzaríamos darle forma a la premiación para implementarla lo más pronto posible y éste me dijo que iba a enviar al director Corporativo de Recursos Humanos de Occidental Hoteles, el coronel (r) de la Marina de Guerra, Ramón Pereyra, fallecido a destiempo de un ataque al corazón.
Debo revelar que fue gracias a un importante ex ejecutivo de la empresa que dirigió Serra, cuyo nombre me reservo, por razones de discreción para evitarle inconvenientes de cualquier tipo a esa fuente de inestimable confianza por ser un hombre cristiano y un ciudadano ejemplar a toda prueba, que obtuve el nombre de Luís Alexis Almonte Vásquez, quien nos recibió con mucha amabilidad en su hogar pintado de verde y blanco.
También debo dar crédito y agradecerle al dirigente comunitario de la sección de Camú, el amigo Norberto Martinez por haber hecho una pausa en la atención de sus problemas y poner de lado su agenda persona para servirnos de guía para llevarnos a la morada de Almonte Vásquez.
Como puede apreciarse en esta primera parte no aparece en escena un bonachón y altruista personaje que fue incorporado a esta iniciativa ideada en principio para implementarse, única y exclusivamente, en favor del fortalecimiento del destino Puerto Plata, que ya se había quedado rezagado como el principal destino turístico de República Dominicana, que antes del 2001 llegó a recibir el 33% de los turistas que arribaban al país por vía aérea.