PUERTO PLATA.-La directora Regional de Educación, licenciada Sarah Payamps Cruz, sostuvo que la Ley 162-19 que declaró a Gregorio Urbano Gilbert como Héroe Nacional de la República constituye un acto de justicia para un hombre que se entregó en cuerpo y alma a la protección de la patria.
Subrayó que el mérito de Gilbert reside en haber luchado valientemente por la soberanía y la dignidad del territorio dominicano durante las intervenciones militares norteamericanas de 1917 y 1965, formando parte del movimiento nacionalista denominado despectivamente por los intervencionistas como gavilleros.
Proclamó que el patriota nativo de Puerto Plata tuvo un gran sentimiento internacionalista y un espíritu combativo en defensa de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos latinoamericanos, cualidades que demostró luchando contra tropas norteamericanas junto a César Augusto Sandino en Nicaragua.
“En este día de recordación de su acto heroico de enfrentar al ejército invasor estadounidense, invitamos a a los jóvenes y a todos los ciudadanos de nuestra nación a que emulen la conducta de hombres y mujeres que como él, derramaron su sangre en defensa de nuestra soberanía”, enfatizó.
Señaló que “preciso es, pues, recordarles, elogiarles y rendirles homenajes permanentes y seguir preservando la memoria histórica, para desde la escuela continuar forjando la patria que todos amamos”.
La profesora Payamps Cruz se refirió al patriotismo de Gregorio Urbano Gilbert en el acto realizado en su honor este domingo en la plaza que lleva su nombre, donde estuvieron presentes la gobernadora Claritza Rochtte, el alcalde Roquelito García, el obispo Julio César Corniel Amaro, el presidente de COPROPUSA y otras personalidades.
En ese acto hablaron el obispo Julio César Corniel Amaro, Scarlet Gilbert, la gobernadora Claritza Rochtte, la arquitecta Giselle De Peña Guzmán, el profesor Arturo Peña, actuó un dúo de bailarines de la Escuela de Danzas Grandales que bailaron el merengue: “Gilbert: héroe de dos pueblos”, creado por Euri Cabral, con arreglos, orquestación y vocalización de Ramón Orlando y contó con la presencia de abanderados del Politécnico Gregorio Urbano Gilbert.