Tras encabezar el 6 de octubre de 1879 una insurrección en Puerto Plata contra el presidente Cesareo Guill
ermo, constituyó mediante decreto del 9 del mismo mes y año bajo su presidencia un Gobierno Provisional.
El gabinete del Gobierno del héroe más destacado de la gesta de la Restauración contó con los servicios de los ministros Alfredo Deetgen, Ulises Heureaux (Lilís), Elíseo Grullón y Federico Lithgow.
En menos de un mes, el 8 de noviembre de 1879 el bravo soldado de esta provincia norteña declaró mediante otro decreto a Puerto Plata como Capital Provicional de la República Dominicana.
El referido Gobierno se extendió del 9 de octubre 1879 hasta el 18 de agosto del 1880, por lo que tuvo una duración de 10 meses y nueve días.
El nueve de octubre y el ocho de noviembre del año que discurre se cumplirán, de modo respectivo, 143 años del inicio del Gobierno de Luperón y de la declaratoria de Puerto Plata como Capital de la República Dominicana.
Siendo ambos acontecimientos de gran trascendencia, por qué las autoridades no promueven cada año su conmemoración por separado, ya son propicios para proyectar la provincia de Puerto Plata en los órdenes histórico, cultural y turístico.
Cuáles son los motivos que determinan que esos hitos históricos se dejan pasar por debajo de la mesa sin realizar eventos que resalten la importancia de que Luperón dirigiera el país desde Puerto Plata y que nuestra provincia fuera Capital de la República.
Sin embargo, vemos cómo se ha entronizado la celebración del Halloween trasplantado desde Estados Unidos, ajeno a nuestra cultura, tradiciones, raíces y costumbres, producto de la grosera penetración cultural extranjera, especialmente de Estados Unidos.
Para defender nuestra esencia prístina como nación independiente heredada de nuestros ancestros, construida a lo largo de un extenso recorrido es necesario que rescatemos una serie de referentes que nos identifican como nación con fisonomía propia.
Esa tarea podemos iniciarla con el rescate de las efemérides conmemorativas del 9 de octubre y el 8 de noviembre, fechas en las que el general Gregorio Luperón se proclamó como Presidente y convirtió a Puerto Plata como Capital de la República.
Si lo hacemos, eso contribuirá a elevar nuestro acendrado etnocentrismo como pueblo que valora y defiende su pasado, su presente y su futuro como país, sobre todo ahora que la agresión a nuestro acervo cultural peligra por la hegemonía que nos quieren imponer desde el exterior.
Es bueno que se sepa que un pueblo con identidad propia que valore y defienda su autonomía, también defiende todo lo que le da identidad propia y, de paso, su Independencia forjada por Enriquillo, Duarte, Sánchez, Mella, Luperón, Caamaño y muchos otros patriotas.