RANDALLS ISLAND PARK, New York.-El cerdo en puya que asan cada año los hermanos Román fue uno de los atractivos principales del XVII Encuentro de los Puertoplateños realizado el pasado domingo 7 de agosto con la asistencia de más de 10 mil personas.
El Pilly y Chilote Román desde bien temprano se aparecieron en el lugar donde se concentraron sus hermanos de origen con el cerdo sazonado y listo para comenzar el largo y lento proceso de cocción del puerco.
Antes hicieron una especie de cerco hecho con cinta plástica y algunos trozos de madera que hincaron en el suelo para indicar que no podía ser traspuesto por cientos de curiosos que se acercaron a ver como se asaba.
Después de unas cinco horas de ser sometido a un calor intenso se completó la faena del asado, se comprobó traspasando el crujiente cuero del cerdo se procedió a retirarlo del horno operado con electricidad y carbón.
A seguidas fue subido en una meseta de madera, se le retiraron la puya de hierro y los alambres con los que se fijó el pavo que fue asado conjuntamente con el choncho y comenzó a ser picado y el reparto.
Era tanta la gente qué platos plásticos en manos se situó alrededor del picador del cerdo que Pilly Román, a sabiendas de que sería insuficiente, se le oyó gritar con voz en cuello: “nada más es para probar”,
Fue una especie de la famosa salsa del gran combo titulado:”No ha camas pa’tanta gente”. Y así fue, porque aunque la porción de carne que sé repartió era poca, no alcanzó para la cantidad de personas que arremolinó en torno al cerdo, del que no quedaron ni los huesos.
Ante lo acontecido se le aconsejó a los hermanos Román que en vez de uno fuera mayor la cantidad de cerdos a ser sacrificados y asados y si no pueden por razones económicas y de trabajo, se verán forzados a pedir a Cristo que reedite para el próximo encuentro de los puertoplateños, “el milagro del cerdo asado”, en vez del de los peces y los panes”.