Para los fines analíticos de ésta reflexión, a continuación, hago una reseña de algunos de los tantos párrafos, con los que los seguidores de Leonel Fernández han salido a defenderlo de las acusaciones de Ernesto Quirino de haberle suministrado a ese líder unos 200 millones de pesos procedentes del narcotráfico, y comprarle la planta eléctrica con la que opera FUNGLOBE. Veamos:
En este contra-ataque, los defensores de Leonel, argumentan que su líder es un político serio, honesto, capaz, visionario y alejado de cualquier práctica vinculada a acciones ilícitas como las drogas, y que esta denuncia de Quirino obedece a un plan de los Estados Unidos, Canadá y Francia para fusionar a República Dominicana con Haití, y requintan esa “defensa” resaltando, que para alguien con un mínimo de juicio, es muy fácil entender que todo eso no es más que una trama para desacreditar al presidente Fernández, con lo que buscan anularlo como una posible opción política de cara a las elecciones del 2016, por lo que, sus adversarios, imposibilitados de vencerlo limpiamente, acuden, a la calumnia y a la diatriba.
También alegan, que es una campaña manejada por sectores políticos y empresariales muy mezquinos de la oposición, llenos de egoísmo, maldad y odio, en franca complicidad con los narcotraficantes convictos y confesos, que quieren destruir la imagen de Leonel en base a la mentira de un narcotraficante condenado, y que ahora sirve de soplón y traidor.
También los defensores de Leonel, plantean, que esta injusta campaña se debe a sus éxitos políticos y a los grandes aportes de éste líder a la República Dominicana, constituido en el activo más valioso con que cuenta la República y el PLD y por ende, imbatible electoralmente.
Incluso, en este contraataque, hay quien haya sostenido, que esta depravada campaña no se puede celebrar por provenir de un condenado por narcotráfico, y porque constituye un golpe a toda la clase política dominicana; por lo que no se puede permitir, que un extraditado, critique a la clase política.
Por otro lado, hay quienes han sostenido, que los ataques del excapitán Quirino condenado por narcotráfico, constituyen un verdadero homenaje al trabajo del expresidente Leonel Fernández cuando estuvo al frente del Gobierno, en su lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico.
Lo que estamos viendo- dicen ciertos sectores defensores de Leonel- son bajas y burdas acciones, característica de aquellos que no están en capacidad de lidiar con lo que es la democracia. Esta sucia campaña contra Leonel, demuestra la incapacidad de sus opositores, de acudir a métodos civilizados para enfrentarlo electoralmente.
Las encuestas serias que se realizan en el país- alegan otros- muestran a un Leonel Fernández invencible en la primera vuelta, pese a los inventos y feroces insultos, de los que se resisten a salir de la selva política y de la confrontación permanente.
Por la procedencia de esta acusación- continúan los acólitos de Leonel en su defensa- la misma no merece ningún crédito, por tanto, la sociedad dominicana debe tener mucho cuidado en este sentido, porque lo que se busca es destruir la imagen de un hombre brillante y honorable, al cual le temen, porque saben que él, les vencerá en cualquier escenario electoral y político.
Leonel- sostienen otros- tiene una trayectoria democrática e integridad personal y de lucha por construir una sociedad más humana, más justa, más solidaria y alejada de los vicios y de la mentira en la vida nacional, como no la ha tenido, ni tiene ningún otro gobernante. Leonel Fernández no necesita defensa ante las acusaciones del excapitán del Ejército y narcotraficante confeso Quirino Ernesto Paulino Castillo, puesto que, la mejor defensa del compañero Fernández es la conducta que ha exhibido en su vida pública y su ética política. (Fin de las citas).
Pues bien…en 1963, siendo Juan Bosch presidente de la República, advirtió a sus funcionarios las medidas que tomaría frente a los corruptos, y lo hizo con las palabras siguientes:
“Queremos advertir al país, que el presidente de la República no tiene amigos, ni enemigos, ni arientes, ni parientes. La ley protege a todos los dominicanos, pero la ley también le cae encima a todo dominicano que la viole. Esta es una república que tiene que regirse por la ley, y la ley no conoce nombres, ni personas, ni sentimientos, ni relaciones familiares. Los funcionarios de este gobierno, los escasos funcionarios de este gobierno que crean que el presidente no se va a enterar si hacen algo mal hecho, están equivocados, porque el presidente se entera, el presidente envía a la Justicia y hace detener al más íntimo de sus amigos y al más cercano de sus colaboradores. Este gobierno- continua Bosch- en ningún caso ni protegerá, ni encubrirá una inmoralidad, una maldad o un crimen!
Más tarde en el 1982, ese mismo Bosch, que tenía como principio no apañar la corrupción, instó al pueblo dominicano a votar por el PLD, porque según él, en un gobierno del PLD, no habría un solo peledeísta que se haga rico con los fondos públicos; ni que abuse de su autoridad en perjuicio de un dominicano; ni habría un peledeísta que le oculte al país un hecho incorrecto o sucio o inmoral.
La citas anteriores vienen a colación, porque los Peledeistas, contrario a lo prometido por Bosch, sí se han hecho inmensamente ricos con los fondos públicos, sí, han abusado de su autoridad en perjuicio de los dominicanos, y sí, han cometido en grande, hechos sucios, incorrectos e inmorales, hasta lo repugnante, con la agravante, que en todo caso, han protegido y encubierto la inmoralidad, la maldad y toda clase de crímenes contra la patria, la nación y el Estado.
Los ejemplos más representativos de esa aberración, lo constituyen la protección que le han brindado a Félix Bautista, a Víctor Díaz Rúa, a Félix Manuel Rodríguez Grullón, sindico de San Francisco de Macorís, y a cientos de ellos, que han cometido hechos sucios, incorrectos e inmorales. En este contexto, a Leonel lo vienen protegiendo desde hace tiempo; la defensa a Leonel, frente a la acusación de Quirino por parte de sus seguidores, es solo la repetición de una conducta que se ha hecho costumbre. Lo han defendido frente a la barbaridad que hizo con la Barrick Gold, así como también frente a otros contratos lesivos al país, y frente a la actitud de este, con los robos de Félix Bautista, Víctor Rúa y otros.
Esta protección de los peledeistas a sus corruptos, encierra una gran contradicción con los postulados boschistas que ellos dicen profesar y con la ética de un partido de “liberación nacional”, que se precia de lo más puro y de lo mejor que le ha sucedido al país.
La contradicción es obvia, y más en estos tiempos, pues mientras Mariano Rajoy en España, comparte la indignación y el hartazgo del pueblo, por las malas acciones de los corruptos en su gobierno y pide públicamente disculpas a todos los españoles en nombre de su partido por haber nombrado para algunos cargos a personas que no han sido “dignas” de ello, en nuestro país, en vez de asumir enjuiciar a los corruptos, mejor se les protegen, encubren, estimulan y ensalzan, tal como lo han venido haciendo todos los partidos con los suyos, y muy especialmente los peledeistas, y ahora de manera expresa, con su líder Leonel Fernández.
La otra contradicción que encierra esta perversidad, es el cinismo, la hipocresía y la doble moral, que se practica en esta defensa a los corruptos.
“Es inconcebible -alegan ellos- que en pleno siglo XXI, cuando es de suponerse que ya habían sido superados aquellos años donde las difamaciones y denuncias irresponsables, producto de la escasa formación y pobre discurso de ciertos actores políticos que eran parte de la cotidianidad, se quiera incurrir en la difusión de informaciones dañinas, con el único objetivo de desmeritar y socavar el legado de un mandatario excepcional”.
¿Tienen calidad moral, los peledeistas y los Vinchos para reclamar contra una denuncia, que ellos han tomado por campaña sucia? ¿Se olvidaron la feroz y nauseabunda campaña que ellos orquestaron contra aquel brillante y noble negro llamado José Francisco Peña Gómez? ¿O es que no tienen memoria, vergüenza y discernimiento?
¿Se olvidaron ellos, que específicamente el Dr. Mario Vinicio Castillo, acusó de ladrón al Dr. Salvador Jorge Blanco, y de narcotraficante al Dr. José Francisco Peña Gómez y de todo lo que le dio su gana, sin que ninguno de los peledeistas saliera a contener esa campaña, que si era sucia, rastrera, indecente e inhumana?
Vincho Castillo, tuvo, según él, elementos para acusar a su amigo Jorge Blanco de ladrón, y a Peña hasta de narcotraficante, pero no ha encontrado indicios para acusar de ladrón y narcotraficante a Leonel, a Félix Bautista y a Víctor Díaz Rúa ni a cientos más de peledeistas, que se han hecho millonarios a vistas de todos con los recursos del Estado y con el narcotráfico.
Para Vincho, Jorge Blanco robó sobre-evaluando las construcciones del Estado, pero Leonel (según Vincho), ni ningún otro peledeista, ha incurrido en esa práctica. Para Vincho, la venta y entrega de Bahía de las Águilas, no reviste ningún hecho delictivo; y la excesiva deuda externa contraída en los gobiernos de Leonel, lo mismo que el déficit fiscal de 200 mil millones, no acusan la malignidad que le acreditan los adversarios políticos de Leonel.
Para Vincho y los peledeistas, no tienen ninguna relación con Leonel, el caso de Paya, ni los personajes, Quirino Castillo Paulino, Rolando Florián, Félix Zapata Molet, Emilo Mesa Beltré (El Gringo), , José Arismendy Almonte-Los Hermanos Bourdier, Jose Elias Taverez Lebrón, Bienvenido Ernesto Guevara Diaz (Maconi), Carlos Rossó Peña, Toño Leña, Yubel Enrique Méndez Méndez (Oreganito), Figueroa Agosto, Johan Liriano (El Coronel Arbitrario) Raúl el Banilejo, Arturo Del Tiempo y Nelson Solano, entre otros capos de la droga. No se olvide, que de estos dos últimos, a Arturo del Tiempo, un narcotraficante internacional, Leonel lo hizo oficial de la Policía y ciudadano dominicano y le diligenció un préstamo millonario con el Banco de Reservas para construir las famosas Torres Atiemar. Y a Nelson Solano, de concedió contratas por cinco mil millones de dólares, pero para Vincho y los peledeistas, estos son hechos irrelevantes, que no acusan naturaleza delictiva.
Pero Además, para Vincho el contrato que Leonel le otorgó a la Barrick Gold es un contrato modelo, como también lo es el contrato de la Carretera Sto. Dgo-Samaná; y los contratos de capacidad instalada con las generadoras de electricidad, como también los contratos que responden a los manejos y cobro de peajes, de los puertos, aeropuertos y carreteras, son contratos que según ellos, benefician al país. Para Vincho, no hubo sobrevaluación en la compra de los vagones del tren, ni en ninguna construcción del Estado. Para Vincho lo ocurrido con el contrato Sund Land y los Tucanos, son infundios y Félix Bautista, Víctor Díaz Rúa y los tantos nuevos ricos del PLD, se han hecho ricos en buena lid, mas no así, lo fue Jorge Blanco.
Para los peledeistas de hoy, y para Vincho, contra Leonel se ha orquestado una campaña sucia. Pero veamos como hablaba Vincho del Dr. José Francisco Peña Gómez, para que contrastando ambas “campañas” el lector juzgue, si a los peledeistas y a Vincho le luce hablar de campaña sucia. Veamos:
Del Dr. José Francisco Peña Gómez- vociferaba Vincho- tiene un siquismo traumatizado, es tenebroso, está ligado al narcotráfico y es un practicante del Vudú. Peña Gómez, es un ser peligroso para nuestra nacionalidad. Es conspirador impenitente, brioso potro desbridable, tornadizo y torvo, tachonado de enfermizas adhesiones. Es una gigantesca cantera de lava social reprimida, es tonante, amenazador, airado, y susceptible de sentirse herido por nimias descortesías.
El Dr. Peña Gómez- sigue Vincho expresando- es inseguro, no ajeno a secretos pruritos de la superstición. Es idealista, a rato materialista y de un mal social y político a ser superado. Es una voz que con sus ecos imanta hondas frustraciones del ser social nuestro, que cuando envía un ramo de olivo a algún adversario se le podría descubrir relieves de espoletas.
Es un ser dueño de un ego impresionante, pasible de trocarse en tea y hacha al mismo tiempo. El Dr. Peña Gómez, es un maestro implacable del infundio, cuya voz es de sombras. Es impenitente, injurioso, de alma capciosa y torva, adversario tortuoso, que no sabe ni conoce lealtades. Es ahijado de la ingratitud y la inconsecuencia, que sabe obrar con perversidad, y profesa una ciega y tremenda hostilidad hacia mi persona.
El Dr. Peña Gómez es un loro bilioso, maestro del delirio y la imputación calumniosa. El Dr. Peña Gómez, es un hombre profundamente tarado, de descomposiciones Sico-emocionales inescrutables. El Dr. Peña Gómez, es un desquiciado emocional, lo peor del comunismo organizado. El Dr. Peña Gómez, es una escoria corrupta y bandidesca” (Fin de la cita).
Con lo expuesto, dejo al lector llegar a sus propias conclusiones, en cuanto a si Vincho y los demás defensores de Leonel, tienen moral para hablar de campaña sucia y de la pureza, patriotismo y honradez de su líder.
Posdata:
Yo creo que los peledeistas, esta vez, asumiendo la defensa de Leonel, se han equivocado medio a medio, por dos razones, la primera, porque Leonel es un abogado y sabe cómo defenderse, por tanto, deben dejar que el asuma su defensa, además, si él se sabe inocente, no debe temer a ningún escenario inquisidor, porque la verdad siempre se impone. Por consiguiente, el mismo debió solicitar a sus seguidores, lo dejen enfrentar esa acusación en cualquier escenario.
Segundo, porque para ser boschista y obrar conforme a la doctrina anticorrupción, de ese guía político, en este caso de Leonel, primero deberían de investigar la veracidad o no de la imputación, para después proceder, como correspondería a un boschista actuar en cada caso. ¿Por qué si al final, Leonel resultare culpable, se retractarían ellos del apoyo que le han dado, a su líder en el día de hoy?
Finalmente, Yo creo, que si Leonel se sabe culpable, y ha no ha optado por asumir las consecuencias de su acciones, y al efecto no pide perdón al país y a su Partido para salvarlo, sino que juega con hundirlos a todos junto a él, para mí, quien se comporta así, es egoísta, falto de grandeza, integridad y valentía.
De este bochornoso caso, solo el tiempo y el sol de la justicia que no se oculta jamás, nos edificarán con la verdad.