Consumir alimentos ricos en antioxidantes, elegir adecuadamente los productos para hidratarnos e, incluso, acudir a un bronceado previo en cámara o con productos especiales, disminuirá el riesgo de la exposición al sol.
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María Isabel Fuentes, biocosmetóloga de Assul Medical Spa, nos da los siguientes consejos para conservar una piel hidratada, bella y saludable:
1. Si la epidermis no está hidratada correctamente, se disminuye la protección natural y aparecen problemas como resequedad y tendencia a las quemaduras. Por eso es bueno usar un producto diario. Entre más libre de perfumes esté, mejor.
2. Para que la piel esté humectada y protegida contra los daños externos debes hidratarte constantemente, no solo con cremas, sino tomar agua todos los días. Dos litros están bien.
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3. Entre menos azúcar y sal consumas, menos retención de líquidos tendrás. La ingesta excesiva de estos condimentos y endulzantes te harán ver cansada, hinchada.
4. Fundamental, no realizar ciertos procedimientos justo antes de una temporada vacacional. Prohibidos los peeling, otros métodos con láser o que produzcan fotosensibilidad.
5. El consumo de determinados alimentos también favorece la hidratación de la piel. La experta recomienda añadir a la dieta comidas con antioxidantes como pescado, uvas, fresas, moras, frambuesas. Es bien sabido que existen frutas que pueden pigmentar la piel como los cítricos, así que mejor no consumirlas durante la exposición solar.
6. Antes de salir al sol y, claramente, después de tomarlo, es necesario aumentar la cantidad de producto hidratante que nos ponemos a diario.
7. Hay que proteger con especial atención los ojos, la piel de la cara (el contorno de ojos), el cuello y el escote. Repasa el protector solar cada hora o dos horas, según si el factor de protección es mayor o menor.