PLAYA DORADA, Puerto Plata.-El creador del sistema todo incluido en el sector hotelero dominicano, Alberto del Pino, atribuyó el dinamismo que comienza a aflorar en el sector turístico del destino Puerto Plata a la Ley 195-13 que modificó de la Ley 158-01.
“La ley de incentivo tiene todo que ver, porque antes de modificarse la citada ley invertir en este polo turístico estaba en desventaja y no tenía sentido invertir en éste, si en otras partes del país los inversores en el área turística recibían exenciones fiscales”, indicó del Pino.
La Ley No.195-13 modifica varios artículos de la Ley No. 158-01 del 9 de octubre del 2001, sobre Fomento al Desarrollo Turístico para los Polos de Escaso Desarrollo y Nuevos Polos en provincias y localidades de gran potencialidad.Explicó al final del acto inaugural de la torre de siete pisos Blue Jack Tar Condos que al igualarse las condiciones para todos los destinos turísticos, Puerto Plata ha vuelto a ser un lugar atractivo para invertir, porque esta provincia tiene muchos atractivos.
Cree que tan pronto se renueve la planta hotelera Puerto Plata va a resurgir con fuerza y que es posible que se produzca un enorme aumento de otros mercados turísticos interesados en operar en esta provincia.
“Puerto Plata está muy cerca en volver a convertirse en un jugador importante dentro del turismo del país”, garantizó quien fuera durante mucho tiempo uno de los más exitosos hoteleros extranjeros que se radicaron en el país.
El turismo anima el comercio y crea empleos directos e indirectos
En cuanto al rol que cumpliré el turismo de cruceros en el resurgir del destino turístico Puerto Plata expuso que su papel es animar el comercio y crear empleos directos en indirectos a través de la aparición de restaurantes, tiendas, transporte y otros negocios.
“El turismo de cruceros genera ingresos para los comerciantes de la ciudad y es un complemento muy bueno para el destino Puerto Plata, por lo que hay que cuidarlo evitando que se abuse de los cruceristas”, aconsejó.
En ese orden, Alberto del Pino expresó que “un taxista no puede cobrar lo que le dé la gana por llevar a un turista del muelle a la ciudad y no se puede permitir que las tiendas les paguen altas comisiones a guías y taxistas”.
“Eso hay que regularlo, porque si un turista quiere moverse del muelle a la ciudad no puede ser penalizado por un taxista que le dio la gana de cobrar una cantidad exorbitante, porque no van a ir”, aconsejó del Pino.