Por Lic. Gregory Castellanos Ruano
Angel temible
En el derrumbe eterno
un ángel blanco vestido de negro corneteó;
otro ángel blanco usó una trompeta de negro cromo.
Un tercer ángel blanco con rostro adusto y severo apareció
con una mirada que proyectaba terror,
portaba lo que evidentemente era una extraña caja negra un poco alargada,
lo que hacía presumir que se trataba de alguna poderosa arma.
Y se le preguntó:
¿Qué clase de ángel eres?
¿Uno de los ángeles del vino?
«No creo«, se respondió a sí mismo quien cuestionó.
Y siguió preguntando:
¿Eres, acaso, un ángel caído?
¿Un ángel atrapado en un túnel del tiempo?
¿Un ángel anunciador, un ángel mensajero?
¿Un ángel acusador?
¿Un ángel vengador?
¿En fin: eres de aquéllos ángeles a los que Lutero
les tenía terror?
El tercer ángel no contestó.
Se le siguió preguntando:
¿Qué portas ahí?
¿Eres un ángel del Apocalipsis?
Frente a esta última pregunta
contestó, con un ademán de cabeza,
que no.
El Universo reposó…
Angel caído
Has sido apartado de la gracia de Dios,
expulsado del cielo,
eres un ángel caído,
vas en picada,
al entrar a la atmósfera
serás un ángel en llamas,
vislumbro que llegarás a tierra
convertido en cenizas vanas.
Angel malvado
Angel malvado,
ángel obscuro,
eres de los que siempre están
en las sombras;
con razón
eres de las huestes
de los que desde las alturas celestes
fueron arrojados.