Recientemente escribimos uno de nuestros artículos bajo el título El Valor de las Redes Sociales, en el que finalizamos diciendo “Las redes sociales son herramientas útiles. Mal utilizadas pueden hacer daños a terceros y a nosotros mismos”.
A veces, vemos el mal venir y como atalayas nos importa poco. Luego queremos dárnosla de pacificadores, mediadores y proveedores de pipas de la paz, cuando no hicimos nada a tiempo para pacificar las cosas.
Contrario a los que algunos consideran, cuando emitimos una opinión sobre un hecho vergonzoso cometido por cualquiera de nosotros que realizamos labores de comunicación en diferentes medios, nunca lo hemos hecho de manera personal y sí para que aprendamos que no todo se dice o comenta.
Que la libertad que las leyes nos permiten, no debemos ni podemos abusar de las mismas.
Que somos guapísimos cuando tenemos un micrófono, un blog, una página web, un periódico digital, trabajamos en algún medio…se nos van los frenos y podemos chocar y herirnos o herir a otros.
Que donde trabajamos y ejercemos nuestra profesión de periodistas o comunicadores no nos da potestad, para abusar, chantajear, extorsionar ni denigrar a personas o instituciones.
Que cuando nosotros u otro colega, ya sea en algún artículo, libro, conferencia o redes trate de estos temas, no es en busca de notoriedad, ni porque es resentido, ni porque le “ha cogido” con los colegas sino, buscando el bien, el respeto que debemos tener y ganarnos, los que hacemos un trabajo que busca alcanzar el bien, crecimiento y desarrollo de esta sociedad digna de mejor suerte.
Aquí tenemos muy buenos profesionales que pueden ayudarnos si queremos y lo deseamos. Sea mediante alguna charla, conferencia o curso-taller sobre los peligros y problemas que podemos encontrar por un inadecuado uso de los medios de comunicación y las redes sociales.
Dejemos la arrogancia, el “sabelotodo”, la temeridad, el orgullo, la altivez y atrevámonos a debatir estos temas con altura, respeto y decencia.
Así como un pueblo que olvida su Historia, está condenado a repetirla, cualquier institución de la naturaleza que sea que no se atreva, que rechace, que deje de lado, que tema tratar para corregir, hechos que afecten su membresía y a ella misma como tal, tendrá que “soportar” muchos vendavales debido a su propia negligencia.
Aprendamos…dije aprendamos, las lecciones.
ramiro_francisco @yahoo.com