gregory castellanosPor Lic. Gregory Castellanos Ruano

«20 Y Dios pasó a decir: «Enjambren las aguas un enjambre

de almas vivientes, y vuelen criaturas voladoras por encima de la tierra

sobre la faz de la expansión de los cielos«.«

(Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras)

I

Una enorme cantidad

del enjambre de criaturas voladoras

que son las libélulas

en alguna parte del espacio-tiempo quedó retenida

y no llegó a tiempo a la Tierra.

II

Tres partes de dicho enjambre de libélulas

tuvieron que romper en respectivos diferentes años

el tejido del tiempo

abriendo un orificio

que se situó

en alguna parte del Oeste de Puerto Plata

y desde allí empezó aquel enorme ejército de libélulas

a transitar

volando sobre la bahía de Puerto Plata,

atravesándola,

entrando a la ciudad

por la calle Duarte,

sobre la calzada Sur de esta,

a una altura de poco más del ras

de un piso de las casas,

siguiendo hacia el Este,

conformando una clara línea recta.

III

Cumplían así con el Mandato de Dios

de volar por encima de la tierra,

sobre la faz de la expansión de los cielos.

IV

En tres mañanas frescas y soleadas de respectivos

diferentes años,

absorto,

contemplé aquel espectáculo.

V

Aquella extraña cinta de Caballitos del Diablo o libélulas

de cuerpos morados y alas entre translúcidas y blancas

era una larga, una larguísima cinta de plata;

era una línea densa compuesta

por millares de millones de libélulas

volando sobre la vertiente Sur de la calle Duarte de Puerto Plata.

¡Aquella calle de Puerto Plata,

la principal,

sorpresivamente enjambrada

por semejante cantidad de libélulas

con sus alas de plata!

VI

El occidental punto exacto

de origen de aquella extraña

cinta de plata

permanece ignoto

e igualmente su punto de destino

también ha quedado ignoto.

 

Por Lic. Gregory Castellanos Ruano

(La forma de cómo llegaron es una especulación de la imaginación, de la fantasía de quien suscribe, pero aquel espectáculo que se materializaba de Oeste a Este real y efectivamente se produjo las señaladas tres veces en época de mi infancia, fui testigo de ello, mi casa natal estaba en la calle Duarte de Puerto Plata.)