la foto 1Manuel Gilbert

ISABELA HISTORICA, Luperon.-La dirigencia y la membresía de la Asociación de Artesanos que opera en el Solar de las Américas de la Isabela Histórica se quejaron por el cero beneficio que les están dejando los cruceristas que visitan el lugar que fue asiento de la primera ciudad del Nuevo Mundo.

Adán Dévora, Rafael Villamán, Eulogio Martínez y Eladio Gómez, presidente, secretario, tesorero y vocal, respectivamente denunciaron el pasado lunes que los turistas marítimos no están comprando ni siquiera una botella de agua.

Señalaron que los cruceristas que visitan el lugar donde Cristóbal Colón fundó la primera villa en el América, el Templo de las Américas y el balneario de Julio Gómez en la comunidad de Las Paredes no gastan un solo dólar en sus siete tiendas.

Dévora, Villamán, Martínez y Gómez indicaron que los 32 miembros de la Asociación de Artesanos de La Isabela Histórica tampoco están vendiendo nada visitantes extranjeros que toman las embarcaciones que los llevan a Cayo Arena desde el pequeño espigón que existe en el Solar de las Américas.

Denunciaron que los guías no les permiten a los cruceristas que se detengan cinco minutos en sus tiendas de expendio de objetos artesanales, llevándoselos de inmediato hacia las ruinas o al diminuto muelle, acción que impide que puedan beneficiarse del turismo de cruceros.

Expresaron que desconocen si esa práctica se la impone Carnival a los guías o sin son éstos lo que les impiden comprar en sus pequeños negocios a los turistas que conducen para llevarlos a tiendas de otros lugares que les garanticen un alto por ciento.

Solicitaron al Viceministro de Turismo, Julio Almonte, tomar cartas en el asunto que los afecta y buscar la manera de que Carnival o los guías permitan a los cruceristas hacer una breve parada en sus tiendas para que observen los objetos artesanales que ofertan y eventualmente compren.

la foto 2Una vendedora que posee una mesa en la que expende artículos artesanales en el lado este del espacio donde se levanta el Templo de las Américas también se quejó porque tampoco está vendiendo nada, porque los cruceristas se limitan a desmontarse de los autobuses, entrar a la iglesia y retornar a los vehículos que los transportan.

Los vendedores de artesanía dijeron que después de tanto tiempo esperando que su situación económica mejorara con la llegada de los cruceros por la terminal Amber Cove de Maimón a casi tres meses de haber llegado el barco Carnival Victory su situación no ha cambiado ni un ápice.