15-15-08-53-18-7866499Por Ramiro Francisco

Leemos y se nos dice, que es difícil encontrar una empresa o establecimiento comercial por muy grande que sea, que no recurra a préstamos.

Que los préstamos bien empleados dinamizan y conducen por buen camino a los beneficiados.

Así ocurre con las pequeñas y medianas empresas, en las que se pueden mencionar colmados, ebanisterías, talleres, fábricas y otras tantas.

Por igual, con los países por muy grandes que sean. Independientes del régimen imperante, se recurre a préstamos nacionales e internacionales, que correctamente empleados contribuyen en mucho, a su crecimiento y desarrollo.

Notarán, que hemos empleado los términos bien y correctamente empleados porque, si lo que existe es un descontrol, mala administración, el dinero recibido es mal empleado, gastado en fiestas, compras innecesarias, vehículos, prendas …en nada que tenga que ver con la empresa o negocio, este indefectiblemente se irá a pique.

Se podrá recurrir a más préstamos y “aplanar la curva” momentáneamente. Luego a lo mismo. Quejas y maldiciones.

Al 30 de junio de este año 2020, el saldo de la deuda externa e interna del Sector Público No Financiero SNPF, totalizaba            US38,574.8 millones (www.creditopublico.gob.do).

 

Cuando nos enteramos que tal o cual construcción realizada por el Estado (edificio, hospital, clínica, carretera etc.) tuvo un costo sobrevalorado…agradecemos el resultado, pero a qué precio para la sociedad!

 

Así pasamos a la historia endeudados “hasta la tambora” y con una cerrazón mental, para entender lo de crecimiento y desarrollo.

 

No con asombro, ahora leemos que pensionados de la Policía Nacional, reclaman, exigen se les pague deuda. Lo mismo hace el CODIA que espera OISOE les pague a sus miembros contratistas una deuda de 100 millones de pesos. Listín Diario

 

Apenas faltan días para el cambio de mando del gobierno y la Federación Dominicana de Comerciantes, reclama del Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil INABIE, el pago de 5 mil millones de pesos a proveedores del almuerzo escolar. Hoy

 

Escuchamos en la voz de Alfredo Sadel, una vieja canción de la autoría del cubano Luis Marqueti, titulada Deuda…”no, no voy a llorar porque la vida es la escuela del dolor, donde se aprende muy bien a soportar las penas de una cruel desilusión”.

 

Deseamos, que la República Dominicana se gradúe pronto en esa ”escuela del dolor”, para no repetir los tantos errores que nos tienen sumidos en el descalabro y ruina moral, siendo un pueblo batallador y digno de mejor suerte.