PHOTO-2019-01-25-07-47-20Manuel Gilbert

PUERTO PLATA.-El comandante de la Dirección Regional Norte de la Policía Nacional, coronel Mariano Cabrera Almanzar, sostuvo que están equivocados los que creen que los delincuentes solo están radicados en los barrios pobres, ya que también hay antisociales en los residenciales habitados por ricos.

“Los delincuentes no solo están en los barrios, hay una gran cantidad de delincuentes que viven en residenciales que nadie puede imaginarse”, acotó el oficial policial al ser entrevistado en el programa “Todo Incluido”, que se emite Musa Visión, canal 10.

Cabrera Almanzar citó el caso de Villa Isabela, donde dos ancianos estaba con sus nietos en su casa y penetraron tres elementos armados de pistolas a asaltarlos, pero con habilidad el señor logra comunicarse por teléfono y la Policía llegó y detuvo a los asaltantes y ocupó una pistola.

Agarramos el teléfono de uno de los apresados y comprobamos que estaban en contacto con una persona supuestamente seria de Villa Isabela, que fue que ubicó a las víctimas y les dijo a los atracadores que en esa casa había una caja fuerte y dos anciano solos.

Los detenidos son delincuentes de La Vega y de San Francisco de Marcorís y “yo me pregunto: ¿Y cómo es posible que delincuentes de otras provincias, pueden cometer robos en viviendas de pueblos que no conocen, sino tienen a alguien que ubique a las víctimas?”.

Al admitir que hay policías que actúa en connivencias con delincuentes, el coronel Cabrera Almanzar informó que cuatro agentes bajo su mando fueron cancelados por la comisión de hechos dolosos.

El coronel Mariano Cabrera Almanzar, quien fue designado como comandante local de la Policía Nacional en sustitución del coronel Pedro Matos Pérez, recordó que durante su paso por La Vega canceló 40 y duró dos años comandando el destacamento policial de El Naco y se fueron 60,

El comandante local de la institución del orden público definió el trabajo de la Policía como muy difícil y por ese motivo les dice a los agentes que dirige que “la línea entre el bien y el mal es finita, por lo que el policía no puede darse el lujo de brincarse hacia el mal y volver para el bien, que el que se la juega se puede quedar en un brinco.