(Parte dos)

Por Manuel Gilbert
PUERTO PLATA.- Cabe destacar que pocos días después de Ventura Serra prometer que iba a apoyar el galardón concebido y gestado por mi con tanto empeño, fui llamado por el amigo Ramón Pereyra para que nos reuniéramos en su despacho del Departamento de Recursos Humanos de Occidental Hoteles en el hotel Flamenco, Playa Dorada.
Llegada la fecha fijada para el encuentro con el también ex oficial de la Marina de Guerra, hoy Armada Dominicana, fuimos llamados por éste a través de su asistente, Fior Caraballo, y acompañado del colega Hugo Gómez Guzmán nos presentamos a la Oficina de Recursos Humanos de Pereyra en el hotel Flamenco, cuyo nombre fue eliminado y sustituido por el de Sunscape, cuando Occidental Hoteles lo vendió a la cadena Barceló Hotels & Resorts.
Después de una extensa conversación durante la cual empapé a Pereyra de todo lo relativo al premio en gestación, acordamos que para una próxima reunión le haría saber el nombre que iba a sugerir para el premio concebido por mi para propiciar una mayor difusión de los acontecimientos turísticos que originarán en la Novia del Atlántico.
Al cabo de un tiempo no precisado, pero no muy dilatado, nuevamente acompañado de Hugo Gómez Guzmán, convocados por Pereyra, retornamos a su espacio laboral en el hotel Flamenco, para reportarle lo que decidimos sobre el nombre que a sugerir para el premio en proceso de gestación.
A tales fines, luego de ser anunciados por su eficiente secretaría, Fior Caraballo, el ex oficial del organismo castrense responsable de cuestionar nuestro litoral y nuestra soberanía marítima ordenó que pasáramos a su diminuto despacho, donde nos recibió con la amabilidad y la cortesía que le eran inherentes, a pesar de su semblante adusto, forjado en la milicia.
Tras el saludo de rigor y pasar revista, a vuelo de pájaro, a las últimas novedades suscitadas desde el pasado encuentro, comenzamos a abordar el tema que reunía: la escogencia del nombre que se le daría al lauro concebido por mi para motivar a los colegas periodistas locales a destinar más atención al turismo.
Durante los días transcurridos entre la primera y la segunda reuniones, lo dediqué a ponderar los méritos de Rafael Brugal Paiewonsky (Fifo), Augusto Vásquez, Rafael Díaz Gómez, Aridio Perdomo, Sergio Cueto, Epifanio Lantigua, Angie Jiménez, Diego Escaño, Luís Ramos y otros colegas meritorios, que sería prolijo enumerar el listado completo.
Mi aquilatación de los atributos de los colegas que habían hecho ingentes aportes a la difusión del turismo local, también reparé en la figura paradigmática de don Luís Arturo Pelegrín, quien tenía atributos de más, ya que se le justipreciaba a unanimidad y sin reparos como el pionero de la industria sin chimenea en la tierra del general Gregorio Luperón.
Para ilustrar a los que no conocieron a Pelegrín, les revelamos que desde Long Beach, desde cuyo Gran Salón Colón, se realizaba la Fiesta del Bote, se atraía durante todo el verano a decenas de dominicanos que procedían de todo el país y también se daban cita extranjeros que visitaban a Puerto Plata por vía marítima en yates y buques de cargas.
De igual modo, desde su emisora Brocasting Tropical Bambú HI8U HI9U, que difundía su programación por hondas corta y larga, a través de la última se llegaba a muchos países, de los que muchos de sus oyentes solicitaban información de Puerto Plata, la cuales se les remitía por medio de tarjetas postales que se enviaban por medio del correos, haciendo las veces Pelegrin de promotor y publicita de Puerto Plata.
Luego, tras la muerte del tirano Trujillo, se le llamó la Voz de la Libertad, la que muchos años después el también precursor de la hotelería, iniciativas lúdicas, un cine y una fábrica de hielo y helados, que adquirió de la familia Leroux; vendió a una congregación religiosa protestante, que era dirigida por el pastor Rafael Martínez, que la bautizó como Radio Revelación en la que se predicaba la Palabra de Dios.
Cómo puede apreciarse todavía era invisible, ya que no jugaba ningún rol en esta iniciativa sin ánimo de lucros, el escamoteador de la paternidad del premio en proceso de creación, teniendo como protagonistas al autor de esta iniciativa, Manuel Gilbert y al potencial mecenas, Ventura Serra. Cabe reiterar que también habían cumplido roles como testigo; Leonardo Medrano, como acompañante, Hugo Gómez y como facilitadora de los contactos y citas con el director Corporativo de Occidental Hoteles, Coronel (r) M. de G.,Ramón Pereyra, Fior Caraballo. (Continuará)