Manuel Gilbert

PUERTO PLATA.-Disfrutar del microclima de la montaña Isabel de Torres es una experiencia digna de ser vivida a plenitud no solo por los que visitan el destino turístico de Puerto Plata, sino también por sus habitantes.
Es igual de agradable, del mismo modo, ver desde la base del funicular la mole del monumento natural al con una imponente figura con forma de dromedario echado.
Recorrer en ocho minutos el trayecto de la base que está al pie de la loma más hermosa del pais hasta la base de la cima de Isabel de Torres, mientras se disfruta el imponente paisaje de la tierra de Luperón y el azul del Océano Atlántico es algo irrepetible.
Tras dejar el carro del funicular y caminar pocos metros, de repente el visitante se encuentra con el escudo de la ciudad hecho por los trabajadores a cargo del cuidado de la jardinería y a pocos pasos la escultura imponente de un Cristo amable que con sus brazos abiertos de par en par da una cálida bienvenida a los turistas.
Después de fotografíarse, visitar las tiendas de regalos que operar debajo de la estructura sobre la que se levanta el majestuoso Cristo, el visitante se adentra por los vericuetos de la espera y bien cuidada vegetación del monumento natural, abierto al publico junto los demás elementos que integran este atractivo turístico, el 29 de julio del año 1975, por lo que tiene 45 años de estar en operación.