Por Lic. Gregory Castellanos Ruano
Hasta ahora aparentemente hay unas cuatro (4) cosas que son la expresión o, a lo menos, el reflejo de cosas bíblicas en Puerto Plata y una de ellas, la cuarta, es realmente cosa bíblica concreta.
La primera:
En un artículo de fondo publicado el primero (1ro.) de Octubre del dos mil dieciséis (2016) por El Nuevo Diario Digital, el autor del mismo dice que El Arca de la Alianza supuestamente está enterrada en la ciudadela de La Isabela, Puerto Plata; aunque el que escribió semejante afirmación (que ojalá y fuera cierto) no dice de dónde extrajo semejante dato ni cómo llegó a semejante conclusión, por ser algo de tan alto interés lo cito completo casi a continuación no sin antes acotar que yo particularmente me he quedado a la espera de que dicho autor vuelva a tocar el tema tal y como él promete en el artículo de referencia, pero hasta la fecha el mismo no ha soltado el más mínimo dato sobre el particular; bien, esta es la cita del artículo de referencia completo:
«La desaparecida Arca de la Alianza del Pueblo Judío se encuentra en Dominicana
Opinión Sábado, 1 de Octubre 2016
Rafael Guillen Beltre
La historia universal se ha encargado no necesariamente de mostrarnos los hechos desarrollados por el ser humano en todas sus vertientes con un estricto apego a la verdad, más bien ha colocado un velo en el rostro de la raza humana haciéndola incapaz de reconocerse a sí misma como portadora de una civilización avanzada de alcance planetario. Pero apenas nos comportamos como un manso rebaño, el buen pastor es el mismo gran hermano, que todo lo controla y todo lo ve, manteniendo a raya la posibilidad de un despertar de conciencia que nos haga dueños de nuestras vidas, sería un comienzo realmente nuevo la vida que nacería de ese despertar, no lo que es ahora, una clara y malvada reproducción de una clase minoritaria que se alimenta de nuestra ignorancia y nos trata como servidumbre, como una granja desde la cual se alimentan con nuestra sangre y carne.Necesitamos descubrir los verdaderos logos de la historia de los principales hechos humanos, ocultos en la cronología oficial por una series de personajes que el sistema se ha encargado de otorgarle la autoridad para ejercer el ministerio de la verdad, pero solo es una encubierta, más bien son apóstatas. Ha llegado el tiempo de desvelar los poderosos arcanos en dominio de las elites que controlan el planeta. Uno de ellos responde al nombre de Cristóbal Colón y el Misterio del Descubrimiento de América con sus tres carabelas.Para empezar Cristóbal Colón no fue el primero en llegar al continente americano, y eso está lo suficientemente documentado, Colón era miembro de una Orden Secreta llamada los Caballeros de Cristo, otros le atribuyen el título de haber sido el último caballero templario ¿Templario? Para los que desconocen de estos temas los aliento a que investiguen quienes eran estos caballeros. A través de esta orden Colón tuvo acceso a información muy valiosa sobre el mapa mundi de su época, y sabía perfectamente de las rutas de otros navegantes del mar océano habían emprendido, empresas marítimas similares a las que El pretendía.Pero su finalidad no era encontrar nuevas rutas comerciales como nos ha enseñado la historia oficial, para nada. Colón se estaba preparando para cumplir su misión, revelada por la Divinidad o asignada por la orden a la que pertenecía, se le confió una tarea trascendental, llegar a las tierras de las minas de oro, diamantes y otros metales preciosos del Rey Salomón, bien conocidas dentro de esos círculos esotéricos de la época con un fin superior. La tierra a la que se le atribuyen andanzas al mismo Cristo, y desde la cual emergería con una fuerza descomunal la rebelión más grande que se haya dado en la historia de la raza humana.El pueblo de La Dominicana y Haití, conviviendo en una sola isla siempre ha sido prioridad para las élites del sistema mundial. Ellos si conocen la historia, por eso la cuentan a su manera e intereses, nunca la que es. Colón trajo consigo la encomienda de transportar el Arca de la Alianza que Jehová Dios le hizo construir a Moisés y su pueblo. Colón era un caballero de la orden de Cristo, un templario, los mismos que escavaron durante muchos años en el monte donde se construyó el Templo de Salomón. El Arca de los Judíos desapareció misteriosamente, y los templarios la encontraron, con otros documentos valiosísimos, tan poderosos son esos documentos que quien los poseía se le atribuía el control del destino de la Humanidad.El Arca desapareció, y su desaparición es un gran misterio, se han tejido muchas teorías al respecto, lo cierto es que las huellas de los Templarios se encuentran en todas ellas. Un pueblo de Etiopía se atribuye su posesión, pero lo cierto es que el Arca se ha mantenido en movimiento de época en época, como parte de un designio divino, no ha dejado de peregrinar, es un Arca Caminante, que siempre estará en los lugares donde se requiera levantar civilizaciones o cambiar drásticamente el curso de la historia.Montecristi, La Isabela y el Faro a Colón son lugares claves. De esos lugares descarto el Monumento Faro a Colón, construido no para guardar las exequias del Almirante, sino más bien como morada temporal del Arca de la Alianza de los Judíos. Pero aún no ha llegado el momento para ese significativo paso. En lo que a mí respecta el Arca de la Alianza se encuentra en la primera ciudad del nuevo mundo, La Isabela. Justo debajo de las ruinas donde una vez se levantó la primera Iglesia de América. En ese lugar o la encontramos u obtendremos una poderosa clave que nos llevaría a su auténtico paradero en la actualidad dentro del territorio dominicano. Seguiré escribiendo sobre el tema, es tiempo que la verdad se conozca.Zona de los archivos adjuntos.Por Rafael Guillén Beltré«
Estos datos son datos altamente sorprendentes y parecen extraídos de un círculo muy reducido, pues escapan por completo a la Historia convencional y por la forma de expresarse huelen a creencias de algún círculo esotérico. Reitero: sigo a la expectativa de que éste señor llamado Rafael Guillén Beltré dé a conocer sus fuentes al respecto para atreverse a hacer una afirmación de semejante calibre que, repito, ojalá y fuese cierta dicha tan atrevida afirmación; supongo que aunque todos los puertoplateños seamos excépticos al respecto, no obstante todos anidan el mismo deseo mío de que ojalá y tan tremenda afirmación fuese cierta. De toda manera, los arqueólogos tendrán la última palabra para confirmarlo o desmentirlo… Mientras tanto el señor Guillén Beltré ha colocado a Puerto Plata dentro de los sitios en que posiblemente repose El Arca de la Alianza. Tal parecería que los puertoplateños nos hubiésemos adentrado hasta ahora parcialmente dentro de aquel mundo de «Aunque usted no lo crea«, lo único, y esto sí es firme, que, como Santo Tomás, esto será totalmente «Ver para creer«. En el interín me he limitado a citarlo para que cada puertoplateño crea lo que quiera creer hasta tanto el referido autor esclarezca al respecto o sea o confirmado o desmentido por los arqueólogos que traten de determinar si es verdad o es mentira lo que él con tanto desparpajo se ha atrevido a afirmar.
La segunda:
Si la Mina de Tancí era la misma mina de Tarsis los conquistadores y colonos españoles habrían estado buscando en Puerto de Plata una mina mencionada en La Biblia; o, por lo menos, ello podría significar que el nombre Tancí parecería provenir de una deformación idiomática de Tarsis.Esa «Tarsis« (mencionada en «Crónicas« en La Biblia con la expresión “naves de Tarsis”: se le menciona específicamente en 2 Crónicas 9:21; Isaías 2:16; Salmo 48:8; Isaías 23:1; Isaías 60:9; Ezequiel 27:25; 1 Reyes 10:22; y 1 Reyes 22:48; según se puede apreciar se habla de naves que «venían cada tres años« al reino de los judíos; se especula que por esto último se trataba de viajes que implicaban un trayecto sumamente largo) es, según arqueólogos modernos, la misma «Tarteso« mencionada por los griegos; y más aún: algunos arqueólogos modernos señalan que es exactamente la misma Atlántida mencionada por Platón. Dichos arqueólogos modernos la sitúan en el Sur de España y a dicho lugar iban naves de diferentes pueblos del Mediterráneo y de más allá del mismo a adquirir metales de oro y de plata. (Ver al respecto mi artículo «Mas sobre la mina de Tancí«)
La tercera:
En el año mil ochocientos sesenta y siete (1867) por iniciativa del General Gregorio Luperón se fundó la Logia Restauración No. 11: para local se mandó a construir un edificio que tiene exactamente las mismas dimensiones (en cuanto a largo, ancho y altura) que tenía el Templo que Salomón hizo edificar en Israel. Obviamente disponer que el edificio en cuestión tuviese esas características esenciales del Templo de Salomón obedecía a alguna creencia específica de los masones a cuyo grupo pertenecía Luperón.
La cuarta:
En la Iglesia hoy Catedral San Felipe Apóstolde Puerto Plata reposa un pedacito de hueso del Apóstol Felipe, el mismo que acompañó a Jesucristo. Dicho segmento óseo fue traído a Puerto Plata con motivo de la construcción e inauguración de dicho moderno edificio eclesiástico en la década de mil novecientos cuarenta (1940). Es decir, que en Puerto Plata hay restos genéticos o material genético de dicho apóstol cristiano.
Por Lic. Gregory Castellanos Ruano