PUERTO PLATA.-El día 6 de octubre no es una fecha cualquiera, sino un momento que constituye un hito trascendental para el destino turístico de Puerto Plata, ya que marcará el retorno del turismo de cruceros y el inicio de la dinamización de la economía local.
Por eso resulta inexplicable que las autoridades de Turismo y del Ayuntamiento no estén planificando ningún programa de actividades para conmemorar un acontecimiento de tanta importancia para esta provincia, para la región norte y para el país.
Ese día, el cual ya está al doblar de la esquina, el crucero “Victory” tocará la terminal de Maimón repleto de cruceritas, dando inicio a una cadena de visitas de otros trasatlánticos que también vendrán con sus vientres de metal repletos de turistas ávidos de compras y de deseos de diversión.
Aunque el día del arribo del “Victory” la Carnival Corporation y su socia nacional la Naviera Báez y Rannik no inaugurarán la terminal de cruceros Amber Cove, sino en la fecha posterior, el Concejo Edilicio debe declarar esa fecha “Día de Regocijo Municipal”.
Pero el Concejo Edilicio no debe limitarse a hacer esa proclama, sino que debe prepararse un gran recibimiento a los oficiales y a los cruceritas del “Victory”, declarándolos “Visitantes Distinguidos”, organizar un gran evento festivo en la Plaza Independencia o en el malecón.
Del mismo modo, en horas de la noche de ese mismo día debe organizarse un espectáculo de gran cartel para el disfrute de los puertoplateños y de los ejecutivos de Carnival y de Báez y Rannik para celebrar el arribo del primer crucero a la terminal de Maimón.
Esos eventos deben ser encabezados por el ministro de Turismo, Francisco Javier García, el viceministro Julio Almonte, el gobernador Iván Rivera, el alcalde Walter Musa, los regidores, el senador, los diputados y otras autoridades civiles y militares.
A esos actos deben ser invitados los dirigentes de la Cámara de Comercio y Producción, el Cluster Turístico y los representantes de otras instituciones empresariales vinculadas al turismo y a otros sectores productivos, sindicales y comunitarios.
En cualquier otro pueblo del mundo que tuviera la suerte de ver iniciarse un movimiento de cruceros de la magnitud del que se producirá a partir del 6 de octubre, impactando su economía de manera tan extraordinaria declararía la fecha como día de campanas grandes y lanzaría las puertas por las ventanas.