Melvin-Manon15-260x300Melvin Mañón

El informe presentado por la Comisión Agropecuaria del PRM sobre las “visitas sorpresas” del Lic. Danilo Medina  a los campos es, posiblemente, la primera gran manifestación de competencia, destreza y efectividad política de esa organización y por ello es preciso comentarla.

El mérito de ese informe no reside en haber establecido que de 166 compromisos contraídos con comunidades rurales y asociaciones de productores en la región sur del país, el gobierno solamente había cumplido con 18. El mérito reside en haberse tomado el tiempo de documentar la denuncia, investigar la situación y haberlo demostrado atacando así una de las líneas de defensa estratégica del gobierno.

Obsérvese que mientras el Sr. Medina le daba la espalda a sus obligaciones de perseguir la corrupción y el crimen se presentaba al país como un tipo bonachón, preocupado por la suerte de los mas pobres y dispuesto a visitarlos en sus lugares y hacer algo por su bienestar. Con esas “visitas sorpresa” Medina conseguía mitigar la indignación y la crítica por su falta de acción en áreas críticas de la gestión pública.

Esa demostración que ha sido capaz de proveer la Comisión Agropecuaria, desmonta una de las falacias del gobierno que había sido particularmente exitosa porque pasaba por un acto de buena voluntad si serlo, por espontáneas siendo programadas y por efectivas cuando nunca rebasaron el aspecto meramente publicitario.

¿Por qué el gobierno se apresuró a responder esta denuncia? Pues porque desmonta una de sus falacias. No una cualquiera, sino la que daba a Medina el aura de compasivo, preocupado y bonachón, la imagen que ha cultivado cuidadosamente y de la que tanto provecho ha derivado. Sin la “visitas sorpresas” ¿qué queda de Danilo Medina en el campo?

Ni siquiera la condena por haber reducido el presupuesto del ministerio de agricultura de 11 a 8 mil millones de pesos hubiera tenido semejante impacto. La gente no funciona ni opera con cifras presupuestarias. El verdadero flanco a atacar no era el presupuesto sino las “visitas sorpresas” y haber desmontado el mito alrededor de ellas debe reputarse como un logro importante de la oposición del PRM pero también como un precedente.

Mientras el gobierno se da el lujo de ignorar las denuncias, críticas y observaciones que a diario se hacen sobre la gestión de Medina, en el caso de este informe de la Comisión Agropecuaria del PRM, han sido prestos en responder, han traído campesinos a un hotel de la capital y han activado instrucciones a sus múltiples voceros para que ayuden al gobierno a desacreditar el informe.

Haber traído un grupo de campesinos de cualquier sitio y ponerlos a desmentir el informe no tiene méritos porque todos sabemos que tienen dinero para eso y cualquier otra cosa. Carente de credibilidad, el gobierno, ni siquiera en el caso de que cientos de campesinos testimoniaran a su favor hubiera logrado anular el efecto producido por el informe y es que dicho informe desmonta una cualidad del Lic. Medina y esa cualidad es mucho mas importante que la cantidad de dinero involucrada, prometida o de cualquier manera mencionada.

Las “visitas sorpresas” no han sido tanto una asunto de dinero y presupuesto sino una muestra de “sensibilidad”, de “humanidad”, de “compasión”.  Lo que políticamente le hace daño a Medina no es que fueran 100 millones más o menos, sino que se haya demostrado que las visitas, ni eran espontáneas, ni hablan de su sensibilidad ni dan prueba de su cumplimiento.

Si la oposición quiere realmente derrotar y sacar del gobierno al PLD, debe ponerle mucha atención a esta experiencia del informe de la “Comisión Agropecuaria” y aprender de ella; establecer la identidad de otras áreas de sensibilidad y prepararse para sustentar y demostrar lo que denuncia no en el formato requerido por un economista del FMI o académico extranjero, sino en un formato inteligible y asimilable para una sociedad hambreada y escéptica que es, en última instancia, a la que hay que dirigirse y convencer porque es ella la que tiene la capacidad de accionar y tomar decisiones.