PUERTO PLATA.-A juicio del diputado José Ignacio Paliza la democracia dominicana está enferma de muerte y aseveró que la independencia de la justicia dominicana se ha perdido a raíz desde la conformación de las Altas Cortes.
Paliza evaluó la democracia y la justicia criolla al evaluar la sentencia del juez de Instrucción Especial de la Suprema Corte de Justicia, Alejandro Moscoso Segarra, que otorga un No Ha Lugar a favor del senador y secretario de organización del PLD, ingeniero Félix Bautista.
“La democracia dominicana está enferma de muerte y las conquistas que en 1994 logramos como país, con la crisis política que obligó a una reforma constitucional, que independizó la justicia de la influencia política se ha perdido”, sentenció.
Explicó que a raíz de la constitución de las Altas Cortes en el 2010, el único elemento necesario para acceder a dichos tribunales era su compromiso con el oficialismo. Reconoció que los jueces escogidos son capaces, pero altamente comprometidos.
“Casi todos los jueces de las Altas Cortes dominicanas gozan de membresía comprobada en el Partido de la Liberación Dominicana; son miembros, inclusive, de sus más altos organismos, como es el Comité Central o han sido ministros”, subrayó.
Indicó que esa es una realidad que está a la vista de todos, porque son personas de una trayectoria política conocida y a nadie le cabe duda de la vinculación política de los jueces y “por eso a mi no me sorprende el fallo emitido por el juez Moscoso Segarra.
“A mi no me sorprende el fallo, era un fallo conocido, porque frente a la realidad que acabo de describir no podía ser diferente, porque si el senador Félix Bautista fue de los que facilitó que ese juez llegara a la Suprema Corte, cómo entonces iba a fallar en contra de éste”, remarcó.
Señaló que lo que ha pasado en la Judicatura es tan notorio que con la designación de los jueces en las Altas Cortes, se produjo un efecto dominó en los tribunales de menor grado, porque provocó que muchos jueces de carrera decidieran renunciar, porque se dieron cuenta que el tesón, el trabajo ni la formación eran los elementos definitorios para crecer en la jerarquía judicial, sino su compromiso político.