Scarlet Gilbert (1)Los clientes ya se resisten a ser sujetos pasivos, no quieren simplemente comprar u obtener servicios porque sí, sino que buscan satisfacer una necesidad con lo que desean adquirir.

Ya no basta con que los negocios oferten productos o servicios sin estar seguros, si eso que están vendiendo, es lo que realmente su cliente necesita.

Las marcas deben conectar con su esencia y abandonar ciertos patrones de ventas, en especial el ofertar productos o servicios porque solo “necesitan vender” sin crear conexión y relación con el cliente. Tienen que comenzar a concientizarse y asumir nuevos compromisos, como: Para qué vendo lo que vendo, lo que elijo vender es porque lo necesita mi cliente y le resuelve un problema.

Los negocios con alma, van más allá de una simple transacción monetaria, claro, vender es uno de los principales objetivos, sin embargo, es crear una relación de doble vía pero con sentido; porque de nada serviría, si lo que haces no te motiva ni resuena contigo. Es servir de canal con una propuesta de valor orientada a las necesidades del cliente y enraizada a los valores de la marca.

Por eso siempre propongo:

✔Define, conoce tu cliente y COMUNÍCATE con él.

✔Investiga sobre la necesidad o problema de tu cliente.

✔Crea una oferta única y de valor que satisfaga las necesidades de tu cliente.

✔ ¿Por qué tu cliente compraría tu producto o servicio?

✔ ¿Qué es eso que tu producto o servicio realmente soluciona?

Es bueno reconocer que los tiempos han cambiado, y en esta nueva era, no solo se trata de crear nuevas ideas, vender conocimientos, presentar un nuevo proyecto o diseñar  productos y servicios que solo beneficien a la empresa o negocio; también es necesario COMUNICARSE y EMPATIZAR con el cliente, investigar y saber si eso que se le está ofreciendo, es lo que realmente quiere y necesita.

Ahora bien, debemos saber y tener claro que todo negocio necesita tener una estructura y un plan para escalar, donde tanto las finanzas como las acciones de comunicación o marketing, no sean olvidadas, y al mismo tiempo estén organizadas. Siempre será necesario que un negocio para crecer y permanecer a largo plazo, obtenga beneficios y sea rentable.

Cuando tú emprendimiento nace en el alma y resuena con la misma, no existirá un día que no disfrutes lo que haces, asimismo, será imposible pasar invisible frente a las emociones de tus clientes, por ende, tu negocio se convertirá en un imán en ventas recurrentes.