gregory castellanosPor Lic. Gregory Castellanos Ruano

«ARENQUE
El arenque es prolífico.
Hay muchísimos arenques.
Algunos arenques se comen crudos.
Muchos son secados y encurtidos.
Pero la mayoría se usan como abono.
Fíjate si puedes aplicar esto
a tus lecciones de historia.«

(Rexroth, Kenneth: Arenque, en «Un bestiario», en Natural Numbers: New and Selected Poems, New Directions, New York, 1963)

He escuchado varias veces en algunos programas de televisión una expresión usada por una serie de personas que, en el contexto actual del serio peligro que corre la suerte de la existencia de la Independencia de la República Dominicana, me he detenido a analizar la misma. Dicha expresión medularmente es la siguiente: «Yo no boto mi voto, yo echo mi voto por el que va a ganar.«

La expresión en cuestión denota un ánimo de competencia y un ánimo de juego orientados a favor de alguien a quien se estima que saldrá seguro ganador en unas elecciones. Es decir, quien profiere esa expresión visualiza unas elecciones políticas como si las mismas fueran una competencia cualquiera, como si las mismas fueran un juego cualquiera similares, por ejemplos: a una pelea de gallos, a una carrera de caballos o a un juego de lotería o azar.    Ella trasuda claramente algo alojado en el sustrato psíquico de muchos dominicanos y que es el producto de la entrega pasmosa de gran parte de nuestro pueblo esencialmente a las peleas de gallos, a las carreras de caballos y a los juegos de azar.

El asunto, pues, viene corporizándose con la transversalidad del discurrir de los siglos desde el momento mismo en que los colonizadores españoles se asentaron en esta parte de la Isla.   Con semejante carga socio-psico-cultural en el «macuto« llegamos a atravesar las puertas de la Independencia Nacional y desde entonces el fenómeno de la proclividad hacia las peleas de gallos, hacia las carreras de caballos y hacia los juegos de azar para nada ha disminuido.  A ello han contribuido enormemente el factor de falta de educación, el factor de la consiguiente inconsciencia que la primera genera, y, por ende, el factor psicológico de dejarse arrastrar, por el móvil que fuere, por un liderazgo político irresponsable y pernicioso.

Las próximas elecciones generales a celebrarse el día quince (15) de Mayo del dos mil dieciséis (2016) distan mucho de ser siquiera unas elecciones normales: estas próximas elecciones generales son una elecciones totalmente `atípicas` porque en la realidad de los hechos al pueblo se le está pidiendo que decida entre: a) por un lado: por dos candidatos presidenciales (Danilo Medina Sánchez y Luis Abinader) que son igualmente fusionistas con Haití, que son igualmente entreguistas con Haití, que son igualmente entreguistas para con los deseos de la agenda política estadounidense respecto de convertir a la República Dominicana en el instrumento de solución a los gravísimos problemas de todas índoles que aquejan al vecino país de Haití; y. b) por otro lado: por el Lic. Pelegrín Castillo, que es el único candidato que representa la lucha y la voluntad política por la preservación de la Soberanía de la República Dominicana para impedir que siga la invasión y la ocupación haitianas del territorio de la República Dominicana.

Conocedores «El Estratega« Presidente Danilo Medina Sánchez y sus asesores de campaña de esa proclividad de gran parte de la población dominicana a considerar unas elecciones políticas como si las mismas fueran una competencia cualquiera, como si las mismas fueran un juego consistentes en una pelea de gallos, en una carrera de caballos o en un juego de lotería o azar; vienen impulsando, desde hace bastante tiempo atrás, una serie de supuestas «encuestas« (¿?) que en realidad no son más que herramientas pagadas para pretender hacerle creer a toda la población dominicana que existe una supuesta «polarización« (¿?) entre Danilo Medina Sánchez y Luis Abinader y que supuestamente la Fuerza Nacional Progresista (FNP) supuestamente «no tiene el caudal de votos necesarios para constituirse en una opción política razonable« (¿?), que, por lo tanto, supuestamente «no vale la pena echar el voto a favor de la Fuerza Nacional Progresista« (¿?), porque supuestamente eso equivaldría a «botar el voto« (¿?) porque supuestamente «la cosa está entre Danilo Medina Sánchez y Luis Abinader« (¿?); que supuestamente «el gallo ganador« (¿?) o «el caballo ganador« (¿?) o «el premio de lotería« (¿?) supuestamente está entre dichos dos candidatos presidenciales (Danilo Medina Sánchez y Luis Abinader) que son igualmente fusionistas con Haití, que son igualmente entreguistas con Haití, que son igualmente entreguistas para con los deseos de la agenda política estadounidense respecto de convertir a la República Dominicana en el instrumento de solución a los gravísimos problemas de todas índoles que aquejan al vecino país de Haití.

Es decir, la estrategia de campaña de Danilo Medina Sánchez busca hacer crear la percepción de que la Fuerza Nacional Progresista (FNP) y el Polo Soberano que la apoya son «invisibles« (¿?), que no tienen apoyo popular para, sobre la base de dicha proclividad socio-psico-cultural de una buena parte de la población a considerar a unas elecciones políticas como algo similar a una pelea de gallos, a una carrera de caballos o a un juego de lotería o azar, pretender `usar`, pretender `instrumentalizar` a dicha parte de la población para que en estas elecciones decidan entre él (Danilo Medina Sánchez) y Luis Abinader; y finalmente, sobre dicha misma base socio-psico-cultural referida, igualmente se presenta en las encuestas clara y desvergonzadamente pagadas por él, mucho a poco como «el gallo ganador« (¿?) o «el caballo ganador« (¿?) o «el premio de lotería« (¿?); en síntesis: se trata de todo un trucaje, de todo un engaño para estafar al pueblo dominicano para pretender burlar totalmente la inteligencia de este, pero muy esencialmente la de esa parte de la población dominicana que carga con ese lastre socio-psico-cultural de no visualizar bien las cosas porque considera unas elecciones políticas como si las mismas fueran una competencia cualquiera, como si las mismas fueran un juego consistentes en una pelea de gallos, en una carrera de caballos o en un juego de lotería o azar.

De ahí la importancia de resaltarle al pueblo dominicano que unas elecciones políticas, y mucho menos estas en que está en juego la Patria, no son una competencia cualquiera, que no son algo equiparable a un juego consistente en una pelea de gallos, que no son algo equiparable a una carrera de caballos, que no son algo equiparable a un juego de lotería o azar; que lo que en estas elecciones, literal y estrictamente `atípicas`, está en juego es si la República Dominicana va a seguir siendo integrada o no por dominicanos, si la República Dominicana va o no a seguir siendo invadida y ocupada por haitianos, si se va a dejar o no que la República Dominicana desaparezca por la masiva y cada vez más y más crecientes invasión y ocupación haitianas; y que por todo eso es tan necesario echar un voto consciente que sea el que salve a la Independencia de la República Dominicana de su desaparición; y que ese voto consciente sólo lleva a votar a favor del Lic. Pelegrín Castillo, candidato presidencial de la Fuerza Nacional Progresista y del Polo Soberano, y por los candidatos congresuales y municipales de dichas Fuerza Nacional Progresista y el Polo Soberano.

Después de tocar el citado lastre socio-psico-cultural, que es una parte expresiva de la alienación a que está sometida y que sufre una buena parte de la población dominicana, y después de resaltar la necesidad de combatir dicho lastre para abrirles los ojos a esa parte de la población dominicana, para dejar a los amables lectores reflexionando les dejo con las siguientes citas:

  1. a) «…Para conocer la política criolla es menester que juegues al bacará, sepas manejar un taco de billar, brindes el traguito a fulano, seas compadre o frer de todos los socios, prestes tus caballos al delegado, tutees al presidente, llames sabio al ministro, talentoso al diputado, profundo al senador, y condenes como loco al que moraliza, como ridículo al que no se vulgariza, como pesimista al sensato, como cínico al de sencillas costumbres, como imbécil al que no politiquea, como cobarde al que no maneja sable, y como plebeyo al que vive sudando por el pan de cada día.« (Colson, Jayme: El General Babieca y Patricio Flaquenco, Tomo segundo, 1916, página No. 107)
  2. b) «-Sabrá usted- dijo Patricio- que la costumbre hace ley, y aunque no soy borrachón, el cuerpo me pide más que agua pura.

-Y también te habrá de pedir tu conciencia pervertida, un poco de barajas y dados –le respondió colérico el General-. El vicio es un monstruo que se traga las almas, y el que logra sustraerse de sus garras es un héroe.« (Colson, Jayme: El General Babieca y Patricio Flaquenco, Tomo segundo, 1916, páginas Nos. 255-256)

  1. c) «El voto de los engañados e ignorantes vale igual.« Carlos Marx.