Por Lic. Gregory Castellanos Ruano
El `PaterPatriae` Juan Pablo Duarte, quien fuera un joven imbuído por supremos ideales, enfrenta, lo mismo que la Patria dominicana por él creada, la furia del ataque despiadado de traidores a esta que buscan convertir en humo las marcas de los legados de él.
Ese joven llamado Juan Pablo Duarte imbuído por supremos ideales es el que con valentía y con tesón invierte su juventud, con evidentísimo peligro para su vida y para la vida de su familia, en dedicarse a crear la sociedad secreta que fue la llave de la organización y de la ejecución del movimiento independentista dominicano triunfador; ése joven imbuído por supremos ideales es el que con afán inigualable consigue aportar los recursos necesarios para solventar las actividades patrióticas suyas y de los demás jóvenes compañeros suyos igualmente imbuídos por esos supremos ideales, lo cual deriva en que los negocios paternos de los Duarte clausuraran por la necesaria desaparición del capital necesario para el mismo, dejando a su familia en la pobreza. ¿Quién en estos tiempos sería capaz de emular un desprendimiento tan ingente como ese?
Mientras que, por el contrario, Juan Bolívar Díaz (manejador de un programa en la televisora Tele Antillas, Canal 2, del inefable empresario español Pepín Corripio),llegó a gozar de las mieles del Poder como Embajador de la República Dominicana en Perú y se pasea por las calles de nuestro país con una papada y una panza propia de un afortunado rico.
Ese joven llamado Juan Pablo Duarte imbuído por supremos ideales es el que injustamente sufrió la pena del destierro del Estado llamado República Dominicana creado gracias a sus ideales supremos y para poder subsistir él y sus hermanas él esencialmente tiene que transitar de pueblo en pueblo y de casa en casa en el Departamento de Apure, Venezuela, convertido en un buhonero vendedor de lámparas y de velas.
Mientras que, por el contrario, Juan Bolívar Díaz, a través de Participación Ciudadana (una organización `al servicio del mal` cuyos miembros son agentes extranjeros, de conformidad a la ley penal que castiga tal cosa), consiguió patrocinio económico en dólares en cantidades asombrosas de lo que muchos llaman «el Imperialismo Yanqui«.
Supongo que el concejal haitiano que promovió el desmonte de la estatua de Juan Pablo Duarte, lo mismo que el alcalde newyorkino Di Blassio, casado con una haitiana, propondrán que en lugar de Juan Pablo Duarte se erija una estatua de Juan Bolívar Díaz, a quien exaltan los haitianos en Haití y los haitianos en la República Dominicana.
De seguro lo mismo harán con la calle que en New York fue bautizada con el nombre de Juan Pablo Duarte, es decir, de seguro la bautizarán con el nombre de Juan Bolívar Díaz Santana o con el nombre de otro `Traidor a la República Dominicana` llamado Huchi Lora Iglesias, que, al igual que Juan Bolívar Díaz Santana, tiene un programa en la otra televisora (Tele Sistema, Canal 11) del inefable Pepín Corripio que, por ser español, le importa un bledo el sacrilegio que se viene cometiendo desde sus dos canales de televisión sin que una autoridad responsable haya hecho algo al respecto, como, en efecto, no hará algo ninguna autoridad del `Gobierno Traidor a la República Dominicana` que encabeza Danilo Medina Sánchez, que es tan culpable como todos éstos otros sujetos del proceso de haitianización y de desaparición de la República Dominicana que fue creada gracias al idealismo y al activismo de Juan Pablo Duarte.
O quizás erijan una estatua de Uguí Pie hijo y quizás le pongan a la referida calle el nombre de Uguí Pie hijo.No olvidemos que cuando Jean Bertrand Aristide visitó como Jefe de Estado haitiano a la República Dominicana él se negó a rendir los honores correspondientes a Juan Pablo Duarte en el Panteón Nacional y prefirió ir a depositarle una ofrenda floral a la tumba de Uguí Pie hijo.
Juan Bolívar Díaz Santana «tiene más valor que el Padre de la Patria« (¿?).
Huchi Lora Iglesias «tiene más valor que el Padre de la Patria« (¿?).
Uguí Pie hijo «tiene más valor que el Padre de la Patria« (¿?).
Es evidente que hasta el día de hoy no se ha dado materialización a una de las principales sentencias del Padre de la Patria Juan Pablo Duarte: «Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán siempre víctimas de sus maquinaciones.«