Por Lic. Gregory Castellanos Ruano
“El poder no cambia a las personas, sólo revela lo que verdaderamente son.”
José Mujica, ex Presidente de Uruguay
Para los que dudaban de la posibilidad de que estuviésemos en los prolegómenos de un gobierno danilista de corte autoritario: el pasado Domingo trece (13) de Diciembre del dos mil quince (2015) se celebraron en diferentes partes del país (no en todo el país) primarias internas del Partido de la «Liberación« (¿?) Dominicana (PLD) y los resultados se tradujeron en muertos, en heridos, en golpeados, en bandas armadas que robaron urnas, en bandas armadas que quemaron papeletas de votación, en bandas armadas que cerraron u obligaron a cerrar locales de votación.
¡Bandas moradas con armas cortas y largas! ¡Todo un tigueraje desbordado!
Los acontecimientos violentos en cuestión no se produjeron por un puro azar: se produjeron y se desarrollaron en prácticamente cada una de las partes limitadas de la geografía nacional que participó de dichas primarias internas peledeistas, lo cual revela claramente que había una línea en ese sentido bajada desde arriba, la existencia de una mente maestra que gobernó cada una de las manifestaciones violentas referidas. A ello hay que añadir que el aspirante a la nominación a Síndico o Alcalde por Santiago de los Caballeros, Lic. Abel Martínez Durán, le declaró a la prensa nacional que hasta él había llegado la información de que personas vinculadas al narcotráfico serían usadas para escenificar cuanto se escenificó, que le comunicó tal cosa al Jefe de la Policía Nacional (PN) y a la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y que nada se hizo al respecto para impedir la materialización de los actos violentos en cuestión.
Esas manifestaciones violentas que vio el país son del Lilisismo redivivo. Todo este parecido con el Lilisismo no es pura coincidencia. Lejos de ello: la concepción del danilismo sobre el Estado y el Poder para aplastar es la misma línea de pensamiento del Lilisismo. ¡Esas manifestaciones violentas son el danilismo expresando su Lilisismo!
Todo eso viene a sumarse a espeluznantes acontecimientos anteriores: a la renuncia de «El Estratega« Presidente a defender la Soberanía de la República Dominicana frente a la invasión y ocupación pacíficas haitianas convirtiéndose así su gobierno en un `Gobierno de la Traición a la Nación`; a cuanto sucedió para lograr la revisión constitucional y establecer la reelección continua; a hacer una reforma constitucional sin someter la misma al referéndum aprobatorio que manda la Constitución vigente; y hasta al uso de un narcotraficante convicto como arma de guerra intra-partido.
Con sus exacciones el monstruo sigue mostrando su torva faz y sus colmillos: a través de ellas revela la contrahechura, la deformidad y la ruindad de su alma. Todo eso no es más que la expresión de la concepción que del Estado y del Poder tiene «El Estratega« Presidente Danilo Medina Sánchez: repetimos: la misma que tenía Ulises Heureaux (alias) Lilís. Todo eso define los contornos de hasta dónde es capaz de llegar la mente astuta-perversa alojada en el cráneo de «El Estratega« Presidente que nos desgobierna.
La pregunta se cae de la mata por la ley física descubierta y expuesta por Newton: ¿Si esas acciones violentas concertadas se produjeron con motivo de elecciones primarias restringidas a determinadas localidades geográficas, qué no hará éste `Lilís de nuevo cuño`, éste Lilís «moderno« (¿?) en caso de que él y su camarilla truculenta se vean en peligro de perder el Poder del Estado al que él y todos los suyos consideran como un instrumento de fuerza para aplastar, doblegar y destruir voluntades?
La sombra de Lilís sigue proyectándose tras el cuerpo de «El Estratega« Presidente Danilo Medina Sánchez. Con esas espeluznantes manifestaciones violentas que vimos el pasado Domingo trece (13) de Diciembre del dos mil quince (2015) siguen evidenciándose síntomas de un autoritarismo danilista… Esas contorsiones violentas, esas convulsiones brutales del danilismo siguen siendo signos de que el autoritarismo danilista sigue emergiendo poco a poco.
A muchísimos dominicanos el referido espectáculo los ha sorprendido y escandalizado. A mí nada de todo eso me causa sorpresa alguna: el sólo hecho de Danilo Medina Sánchez traicionar a la Nación dominicana para destruir al Estado dominicano, a la Nación dominicana y al pueblo dominicano haitianizando al país en ejecución de los deseos de Estados Unidos, Canadá, Francia y de los organismos internacionales sobre los cuales dichas tres potencias mundiales ejercen incidencia me basta para aquilatar que estamos en presencia de un ser despreciable por ser capaz de cualquier cosa ominosa, de cualquier cosa baja o rastrera con tal de conservar el poder.
¿Qué esperaban de un individuo que es capaz de traicionar a su propia Patria? Si él no tiene hiel para traicionar los destinos de su propio país haitianizándolo, ¿qué diablo puede importarle a él causar males menores a ese?
…Finalizo destacando un punto sumamente importante: «El Estratega« Presidente Danilo Medina Sánchez arrastra un grave problema, un gravísimo problema de ilegitimidad que comenzó con la apostasía que hizo al juramento constitucional de preservar y defender la Independencia de la República Dominicana al él cohonestar y fomentar la haitianización de la República Dominicana en clarísimo contubernio con los Estados Unidos de América (EE.UU.), Canadá y Francia; apostasía al juramento constitucional a la que siguió con hacerse aprobar una reforma constitucional sin la consideración de someterla a un referéndum aprobatorio tal cual lo manda la propia Constitución de la República; y se sigue ilegitimando con actuaciones violentas como las supra-referidas. U n gobierno puede nacer legítimo por haber sido el producto de unos comicios libres, pero exacciones como las referidas lo hacen devenir en ilegítimo y cuando un gobierno es ilegítimo nadie, absolutamente nadie, está obligado a respetar a ese gobierno.