gregory castellanosPor Lic. Gregory Castellanos Ruano

“Lejos de nosotros, Majestad, la funesta manía de pensar”, le dijeron al Rey absolutista Fernando VII de España las autoridades de la universidad de Cervera en el primer tercio del siglo XIX.
Comentarios en Puerto de Plata:

Es indudable que la visita, en las postrimerías de mil ochocientos sesenta y ocho (1868), y la estancia, desde entonces hasta comienzos de Febrero de mil ochocientos setenta (1870), del General Antonio López de Santa Anna en Puerto de Plata recordó el espectáculo de los funerales del entierro del caballo del General Manuel Lovera al saberse entre los puertoplateños sobre el doble entierro multitudinario de una pierna (la derecha) de López de Santa Anna en México; y que, en consecuencia, en el sector ilustrado y en el sector medianamente ilustrado de Puerto de Plata, también arrastró el recuerdo de Calígula y de Incitatus.

Se desconoce la profundidad y los detalles a que pudieron haber llegado los puertoplateños al tratar y especular sobre los temas que implicaban el conocimiento de la presencia de López de Santa Anna y aquellos episodios históricos que giraron alrededor de su pierna amputada, pero la esencia de dichos episodios históricos mexicanos fue conocida por buena parte de los habitantes de Puerto de Plata.

Desde entonces la comidilla que quedó sobre el tapete entre las personas de cierta cultura de la población era la comparación entre el entierro multitudinario de la pierna del General Antonio López de Santa Anna en México y el entierro igualmente multitudinario del caballo del General Manuel Lovera, lo mismo que la comparación de dichos dos actos con los actos de Calígula con su caballo Incitatus.

El espectáculo del desfile y de la ceremonia del entierro del caballo de Lovera apenas había ocurrido unos dos (2) año atrás, es decir, unos dos años antes (1866) de llegar el General Antonio López de Santa Anna a Puerto de Plata (1868): dicho evento en torno al caballo del General Manuel Lovera estaba muy vivo en el recuerdo de la población puertoplateña.

Con toda probabilidad comentarios como los siguientes estuvieron sobre el tapete:

-«Aquí estuvo Lovera y ahora está éste, sabrá Dios todo el pedigrí de éste.«

– «Si a la pierna de éste le hicieron un funeral de Estado, ¿qué no habrá pretendido o pretende él para cuando él se muera completo?«

-«Este, al menos, patrocinó el funeral de algo humano, a diferencia de aquél que propició el funeral de una bestia. Pero, de todas maneras, es algo extraño patrocinar el funeral de una parte de un humano que sigue viviendo.«

Las referidas comparaciones todavía al día de hoy, a esta altura del tiempo, me generan asombro como estoy seguro de que les genera asombro a todos aquéllos que se enteran de los hechos generadores de dichas comparaciones, y en el siglo XIX con la presencia de López de Santa Anna las especulaciones en la tierra tropical de Puerto de Plata tienen que haberse disparado mucho… Y estoy seguro de que igualmente en la actualidad, lo mismo que en el futuro, ese asombro se lo habrá de provocar a muchos en todas estas tierras tropicales del continente americano…
Los hechos en México sobre la pierna del General Antonio López de Santa Anna:

En mil ochocientos cuarenta y dos (1842) es desenterrada en el cementerio de Veracruz la pierna del General López de Santa Anna, por orden de éste, y trasladada a Ciudad México para hacer otro acto espectacular de entierro de dicha pierna todavía más multitudinario y todavía más pomposo que el de Veracruz. El General López de Santa Anna insertó la nueva actividad a ser realizada con su pierna derecha dentro de una serie de actividades que tenían que ver con efemérides patrias mexicanas. La re-inhumación de su pierna estaría dentro de dichas actividades.

Es decir, no es del seno de una población lambiscona y exaltada por el sacrificio de la pierna del General López de Santa Anna peleando contra los franceses (= la pierna de un combatiente lisiado por dicha pérdida, de un héroe de guerra) que surge la idea de realizarle un entierro multitudinario a dicha pierna: el entierro de la pierna del General López de Santa Anna es ideado y organizado por él mismo: tanto el entierro de Veracruz como el entierro posterior de dicha pierna en el cementerio de Santa Paula en la capital mexicana.
Del mismo modo que Calígula personalmente dispuso cuanto dispuso en Roma para imponer las actividades de su caballo Incitatus y del mismo modo que el General Manuel Lovera personalmente dispuso cuanto dispuso en Puerto de Plata para realizar las honras fúnebres de su caballo.
En su obra «Apuntes para la historia del gobierno del general Antonio López de Santa Anna« el historiador mexicano Carlos María de Bustamante narra el episodio del entierro multitudinario de la pierna del General Antonio López de Santa Anna en la capital mexicana:

«Don Antonio Esnaurrizar, Jefe de la Comisaría de México, mandó a erigir una columna en el cementerio de Santa Paula, para depositar la pierna de Santa Anna. Erigió dicha columna sobre una alta gradería. Sobre un chapitel dorado se colocó una urna o sarcófago, y sobre éste un pequeño cañón de artillería descansando sobre él la águila mexicana. En la base de la columna aparecen cuatro lápidas para otras tantas inscripciones: rodea la columna un enrejado, y en los estremos (sic) o esquinas se ven colocadas insignias consulares que precedían en Roma a estos magistrados, es decir, las faces y hachas que simbolizaban su poder… La mañana del 27 de septiembre se hizo un brillante entierro… del miembro de un hombre vivo aún, al que concurrió por la novedad y rareza de la función, la gente más ilustre de México, y un inmenso pueblo, atraído por la novedad de este singular espectáculo. Marchó una gran parte de la procesión bajo la vela del Corpus, que no alcanzó hasta el puente del campo santo, y el sol fatigó infinito a la concurrencia que ya se daba al diablo con el calor insufrible. La guarnición formó valla: los sargentos cargaron la urna colocada en unas andadas, y detrás de ella marchó mucha infantería. La urna fue colocada por mano del ministro de guerra acompañado del de hacienda. Ínterin se practicaba esta operación bastante arriesgada por los andamios, y espuesta (sic) no sólo a que se quebrase los pies, sino a que se matasen los ministros, el Lic. Sierra y Rosso, apoderado y favorecido de Santa Anna, pronunció cerca de la columna y en la galería inmediata que forma los sepulcros, una oración en honor a su héroe y remembrando sus hazañas…Concluido el acto, Esnaurrizar tomó la llave de la urna y la entregó a Santa Anna haciéndole una arenga, a la que respondió éste lacónica y tibiamente. Por la tarde fue en un magnífico coche acompañado de gran comitiva de tropas y oficiales para ver el monumento, a donde ha de ir el resto del cuerpo el día de la resurrección universal a recoger su pie para presentarse íntegro en el tribunal de Dios.« (Edición del Instituto Cultural Helénico-FCE, de México, 1986, página No. 84)

Como en el multitudinario entierro del caballo del General Manuel Lovera realizado unos veinticuatro (24) años después en Puerto de Plata (1866), en el entierro de la pierna del General Antonio López de Santa Anna también estuvieron presentes las personalidades de la ciudad donde se realizó el entierro con una procesión religiosa y con desfile militar bajo música, concurriendo a la misma generales y obispos mexicanos, lo mismo que embajadores.
Preguntas en torno a Calígula, López de Santa Anna y Manuel Lovera:
Las comparaciones, las preguntas y las teorías sobre aquellas tres «coincidencias« históricas de Calígula, del General Antonio López de Santa Anna y del seibano General Manuel Lovera es más que probable que surgieron a borbotones en el seno de la porción ilustrada y de la medianamente ilustrada de la población puertoplateña; y, en efecto, uno mismo se pregunta:

¿Qué tenemos en común los romanos, los mexicanos y los dominicanos que coincidimos en semejantes o análogas estupideces?

¿Qué llevó a que se diera el espectáculo del entierro de la pierna del General Antonio López de Santa Anna?

La pregunta en cuestión y la consiguiente respuesta lleva, como es natural, a las siguientes preguntas:

¿Qué llevó a que se diera el espectáculo del entierro del caballo de Lovera en Puerto de Plata?

¿Qué llevó a que se dieran los espectáculos de Calígula con su caballo Incitatus en Roma?

Las preguntas, al tratar los tres casos, necesariamente brotan paralelas una debajo de la otra:

¿Dónde tenían sus cabezas los mexicanos al participar en la celebración de un funeral multitudinario para enterrar la pierna del General Antonio López de Santa Anna?

¿Dónde tenían sus cabezas los puertoplateños al participar en la celebración de un funeral multitudinario para enterrar el caballo del General Manuel Lovera?

¿Dónde tenían sus cabezas los romanos al participar en los actos en que Calígula ponía a Incitatus a la par y hasta por encima de sus conciudadanos?

¿Qué les pasaba por las cabezas a los mexicanos al participar en la celebración de un funeral multitudinario para enterrar la pierna del General Antonio López de Santa Anna?

¿Qué les pasaba por las cabezas a los puertoplateños al participar en la celebración de un funeral multitudinario para enterrar el caballo del General Manuel Lovera?

¿Qué les pasaba por las cabezas a los romanos al participar en los actos en que Calígula ponía a Incitatus a la par y hasta por encima de sus conciudadanos?

Teorías explicativas:

Desde hace bastante tiempo, exactamente desde la Edad Antigua y todavía hasta la Edad Contemporánea, han existido y existen diferentes autores de diferentes épocas que se enfocaban y se enfocan sobre la incidencia en los actos humanos del factor geográfico, del factor sanguíneo, del factor bebida alcohólica y del factor de la alimentación; en el siglo XIX ellos eran factores tomados en cuenta para analizar los actos humanos; por ello me permito referirlos aquí con la certidumbre plena de que salieron a relucir en Puerto de Plata para sus pobladores de entonces tratar de explicarse, de encontrarles lógica alguna a los tres actos aludidos.

Factor geográfico:

Es probable que ayer como hoy de algunos puertoplateños surgiera como pretensión explicativa la Termología, para el caso de Calígula, de las tierras del Mar Mediterráneo (que baña a la península itálica), que es la parte que llega a ser más calurosa de Europa. Lo mismo que la Termología también de dos ambientes tropicales que vieron dichos otros dos respectivos casos.

Sangre:

También es probable que saliera, ayer como hoy, a relucir que los tres pueblos aludidos tienen sangre latina.

Bebida y alimentación:

Como con las personas, a las sociedades también las definen más sus vicios que sus virtudes. Por ello es igualmente probable que también ayer como hoy saliera a relucir el carácter asiduo de ingerir bebidas alcohólicas de los tres pueblos.

¿Se distribuyó vino entre los romanos en ocasión de Calígula hacer sus actos con Incitatus? ¿Atemperó (cual especie de anestésico) el vino entre los romanos la aceptación de los espectáculos de Calígula y su caballo Incitatus? ¿O, por el contrario, los romanos quisieron permanecer lúcidos para presenciar todo cuanto presenciaron y no cometer una imprudencia? ¿El vino influiría en el desvarío romano y/o en «los desvaríos romanos« independientemente del poder absoluto imperial?

¿Se distribuyó tequila entre los mexicanos al enterrarse la pierna derecha de López de Santa Anna? ¿Atemperó, igualmente, la tequila entre los mexicanos la aceptación del espectáculo de la celebración de un funeral multitudinario a la pierna del General Antonio López de Santa Anna? ¿O, por el contrario, los mexicanos quisieron permanecer lúcidos para presenciar todo cuanto presenciaron?

¿Se distribuyó ron entre los puertoplateños al ser realizado el funeral del caballo de Lovera? ¿Atemperó, también igualmente, el ron entre los puertoplateños la aceptación del espectáculo de la celebración de un funeral multitudinario al caballo del General Manuel Lovera? ¿O, por el contrario, los puertoplateños y todos los extranjeros residentes en Puerto de Plata (incluyendo a los cónsules de otros países acreditados en Puerto de Plata que participaron en dicho ceremonial) quisieron permanecer lúcidos para presenciar todo cuanto presenciaron? Para entonces en todo el territorio de la República Dominicana existían personas dedicadas a producir ron con sus respectivos alambiques particulares y a venderlo.

Como es natural, todas estas preguntas sólo buscaban y buscan explicaciones a la aceptación de conductas extravagantes. Muy recientemente fue demostrado científicamente que el plomo en cantidad excesiva afectaba al vino que consumía Nerón y se cree por parte de los científicos que establecieron eso, y sobre dicha base, que la locura de la crueldad o vesanía de Nerón se debió a que su cerebro fue intoxicado por el plomo que se acumuló en el mismo. Tanto Calígula como Nerón eran grandes bebedores de vino. ¿La locura de la crueldad o vesanía de Calígula tendría, por ello, el mismo origen que la de Nerón? Calígula fue un joven sano en su juventud, lo mismo puede decirse de Nerón, tanto así que jamás podían pensar los romanos que ambos llegarían a ser los monstruos que llegaron a ser cada uno de los dos por separado. …Pero el pueblo romano también consumía vino… Y ese vino que consumía el pueblo romano no era conservado en envases de calidad superior a los envases del vino que bebía quien detentaba la calidad de Emperador… ¿La ingesta del vino por parte de Calígula lo llevaría a un punto tal que rompió el equilibrio de su organismo y de su psiquis?

¿La tequila y el picante en cantidad extrema influirían en el desvarío mexicano y/o en «los desvaríos mexicanos«? …Tequila y picante en cantidad extrema: la verdad es que debe de ser una combinación tremenda… ¿Era el General Antonio López de Santa Anna un alto consumidor de tequila (y de picante)? ¿La ingesta de tequila (y de picante) por parte del General López de Santa Anna lo llevaría a un punto tal que rompió el equilibrio de su organismo y de su psiquis?

¿El ron dominicano influiría en el desvarío del seibano General Manuel Lovera en Puerto Plata y/o en «los desvaríos puertoplateños« de la contemplación puertoplateña? ¿Era Lovera un alto consumidor de ron criollo? ¿La ingesta de ron por parte del General Manuel Lovera lo llevaría a un punto tal que rompió el equilibrio de su organismo y de su psiquis?
Con toda probabilidad preguntas más o menos como esas estuvieron sobre el tapete en la Puerto de Plata de la segunda parte del siglo XIX.

El filtro travesaño mental:

¿Qué es lo que impide que hoy día, que en estos tiempos actuales, los espectáculos de Calígula con su caballo Incitatus no se repitan? ¿Qué es lo que impide que hoy día, que en estos tiempos actuales, un espectáculo como el del entierro de la pierna del General Antonio López de Santa Anna no se repita? ¿Qué es lo que impide que hoy día, que en estos tiempos actuales, un espectáculo como el del entierro del caballo de Lovera no se repita?

¿Porqué hoy en día se califican de extravagantes y porqué en esos respectivos precisos momentos históricos de sus respectivas ocurrencias no se calificaron de extravagantes los actos de Calígula, del General López de Santa Anna y del General Manuel Lovera?

¿Porqué nadie se atrevió a impugnar la extravagancia de Calígula? ¿Porqué nadie se atrevió a impugnar la extravagancia del entierro de la pierna del General Antonio López de Santa Anna? ¿Porqué nadie se atrevió a impugnar la extravagancia del entierro del caballo del General Manuel Lovera?

¿Qué hace que al enfocar desde esta lado del tiempo el entierro de la pierna del General Antonio López de Santa Anna y el entierro del caballo del General Manuel Lovera conceptualicemos rotundamente ambos actos como actos extravagantes lo mismo que los actos de Calígula con Incitatus?

¿Porqué los romanos «no consideraron extravagantes« (¿?) los actos de Calígula en relación a Incitatus en los precisos momentos de los mismos ser realizados? ¿Porqué los mexicanos «no consideraron extravagante« (¿?) el funeral multitudinario de la pierna del General Antonio López de Santa Anna en el preciso momento del mismo ser realizado? ¿Porqué los puertoplateños «no consideraron extravagante« (¿?) el funeral multitudinario del caballo del General Lovera en el preciso momento del mismo ser realizado?

¿Porqué los puertoplateños poco tiempo después del espectáculo del funeral multitudinario del caballo del General Lovera conceptualizaban de igualmente extravagante la realización del funeral de la pierna del General Antonio López de Santa Anna al enterarse de la estancia de éste y de dichos funerales de su pierna? ¿Qué había pasado? ¿Qué se despejó de sus mentes?

¿Porqué en México también, tras el paso del tiempo, unos dos (2) años después, conceptuaron y hoy todos conceptúan como rotundamente extravagante la realización del funeral de la pierna del General Antonio López de Santa Anna?

¿Qué cosa o cosas, cuál calificativo o cuáles calificativos, hubieran usado los mexicanos respecto del caso de Lovera si éllos hubiesen sabido que unos veinticuatro (24) años después se materializaría en Puerto de Plata, República Dominicana, un entierro multitudinario similar a los de la pierna derecha de López de Santa Anna, con la salvedad de que lo enterrado en Puerto de Plata…¡Fue un caballo!…?

El Poder:

La respuesta a interrogantes como todas las precedentes y como todas las que siguen la tratamos ampliamente en los temas precedentes de nuestra autoría: «El epílogo de Incitatus en la lógica caliguliana«, «Más sobre Lovera« y «Nuevamente Lovera«. Y todo se puede resumir en: el miedo al Poder, muy específicamente el miedo al Poder absoluto; el autoritarismo como factor generador de miedo. El hombre es él y sus circunstancias. Y cada hombre forma parte de la sociedad y la sociedad compuesta finalmente por todos los hombres tiene frente a sí las mismas circunstancias. Esas circunstancias eran comunes a muchas personas en los tres casos. ¿En los tres casos no habían cabezas que pensaran?

En el caso de Calígula el que hubiese osado impugnar sus extravagancias con su caballo Incitatus hubiese perdido su vida.

En el caso del General Antonio López de Santa Anna nadie dudaba que era capaz de lo mismo que Calígula.

En el caso del General Manuel Lovera el que hubiese osado impugnar su extravagancia de enterrar a su caballo con toda probabilidad hubiese perdido su vida: por intentar matar a dos ladrones fue que por error el General Lovera mató a su tan querido caballo.

En ocasión de analizar el caso de Lovera en Puerto de Plata hicimos alusión a lo que es capaz de producir el Poder. Hablamos de la Fe, el Amor y el Poder como las tres fuerzas fundamentales que mueven a la Humanidad.

En el caso del visitante extranjero, el mexicano General Antonio López de Santa Anna, es obvio que el enfoque sobre el Poder también incidió: en ese sentido hay que apuntar que para el momento en que se produjo la pérdida de su pierna el General López de Santa Anna ya había sido Presidente de los Estados Unidos de México cuatro (4) veces, es decir, López de Santa Anna había estado entrando y saliendo del Poder y no se veía la imposibilidad de que volviera nuevamente más veces: y no se equivocaba el olfato previsor de los mexicanos: la previsión del temor de los mexicanos fue tan certera que López de Santa Anna retornó al Poder siete (7) veces más después de su cuarta presidencia para totalizar once (11) presidencias. Era mejor «estar en buenas« con él porque podía volver al Poder como ya lo había hecho en otras ocasiones: López de Santa Anna olía a Poder.

Breve paréntesis sobre rasgos compartidos entre López de Santa Anna y Buenaventura Báez:

Es decir, éste hombre al momento de su estadía en Puerto de Plata ya había sido once (11) veces Presidente de México. En ese momento ya Buenaventura Báez iba por cuatro (4) presidencias materializadas: Báez finalmente llegaría a materializar cinco (5) presidencias.

Báez fue designado Mariscal de Campo español por la Reyna Isabel II de España como premio a su traición a la Independencia de la República Dominicana de no conspirar contra La Cesión a España. López de Santa Anna fue designado Mariscal de Campo del Imperio Mexicano de Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota como premio a su traición a México de no conspirar para ponerle fin a aquella imposición lograda gracias a Francia.

Siguiendo con López de Santa Anna y con el factor del Poder:

López de Santa Anna tenía la peculiaridad del conocimiento de que en pueblos como los nuestros el olvido juega producto del paso del tiempo y por ello renunciaba del Poder, se retiraba a su hacienda llamada «Manga de Clavo« y al cabo de cierto tiempo ya el pueblo lo estaba reclamando para que retornase al Poder: tenía un conocimiento certero de las veleidades de su pueblo. Es ese conocimiento de la población de que éste hombre entrado y salido varias veces a la Presidencia podía retornar a la misma y más en ese momento en que sobre él revoloteaba el aura del patriotismo puesto que fue peleando contra los franceses que perdió dicha pierna en ocasión de un barco francés disparar sus cañones en Veracruz, México, tratando de cobrarle a México una deuda con franceses que Francia había respaldado para su cobro.

La inmensa mayoría de los historiadores mexicanos consideran que López de Santa Anna siempre fue un dictador, un autoritario, un imponente desde el Poder; otros consideran que su verdadera dictadura fue la que corresponde al período de los años mil ochocientos cincuenta y tres (1853)-mil ochocientos cincuenta y cinco (1855) donde se asumió expresamente (= sin subterfugios, descarnadamente) como tal dictador.

Cuando el mandón de turno cae (por pérdida del Poder, muerte, etcétera), inmediatamente sale a flote el real pensar de muchos callados: a) tras el asesinato (en realidad ajusticiamiento) de Calígula por Querea y por Sabino las gentes se atrevieron a mal comentar las extravagancias caligulianas; b) al caer el General Antonio López de Santa Anna en mil ochocientos cuarenta y cuatro (1844) su pierna fue sacada de su sarcófago y arrastrada sacrílegamente por las calles de Ciudad México; y c) tras la caída de Báez y la muerte (en la frontera con Haití), poco después, de su truculento seguidor Comandante del Distrito Marítimo de Puerto de Plata, el General Manuel Lovera, se habló libremente sobre la extravagancia del entierro del caballo de Lovera.

Es lo obvio, lo normal: con Poder absoluto en el ejercitador de este «no hay extravagancia« (¿?) porque el pensamiento, los pareceres y la crítica de la población son contenidos por el miedo; inmediatamente termina el Poder absoluto brotan los comentarios hasta entonces contenidos en la interioridad de cada disidente mental. Por ello y por todo cuanto hemos tocado, y para los fines del análisis, resulta importante o clave ver en quien reside el «locus imperii«: si en un loco, en un violento, en un enfermo, en un dependiente directo de terceros con agendas propias y torcidas, en un autoritario, o de alguna otra categoría similar, etcétera, que lo lleve a cometer abusos de Poder y excesos de diversas naturalezas, o, por el contrario, en una persona sana, sensata, de buenos principios y conducta adecuada.

`El Arco de la Extravagancia`:

`El Arco de la Extravagancia` (que ha venido formándose desde que en los orígenes mismos de la Humanidad se empezó a contravenir las costumbres establecidas), pues, tuvo tres fuertes trazos o inflexiones en los actos de Calígula con su caballo Incitatus (Calígula gobernó al Imperio Romano del 37 al 41 de la Era Cristiana), al pasar por México con los entierros de la pierna derecha de López de Santa Anna, y al sentar sus reales en Puerto de Plata en mil ochocientos sesenta y seis (1866) con el funeral del caballo de Lovera. Así, pues, tenemos una línea de tiempo bastante dilatada de unos mil ochocientos treinta (1830) años en que la extravagancia, aparte de otras expresiones de la misma, tuvo estas tres manifestaciones cimeras en la Historia de la Humanidad.

Por Lic. Gregory Castellanos Ruano