Por Manuel Gilbert
Puerto Plata, la Patria Chica del glorioso Padre de la II República, general Gregorio, es un pueblo agradecido que ha sabido rendirle merecidas loas y honores a la Primera Espada de la Restauración.
Sus épicas hazañas en los campos de batalla en suelo dominicano son recogidas de manera exhaustiva en el “Ideario dé Luperón”, compilado por el historiador José Chez Checo y en innumerables textos históricos.
Esa obra dedicada a destacar los aportes del héroe puertoplateño a la Restauración de la República, contiene una “Cronología de Gregorio Luperón”, escrita por el prolífico historiador don Emilio Rodríguez Demorizi.
La minuciosa reseña de Rodríguez Demorizi afirma que Luperón nació el 8 de septiembre de 1839, que fue hijo de Nicolasa Duperón y de Pedro Castellanos, habla de sus hermanos, sus hijos y que murió el 20 de mayo de 1897.
Sin embargo, hay otros historiadores, entre éstos, Juan Ventura, que aseveran que fue el 21 de mayo del año citado.
Del mismo modo, habla de su bautizó en la Iglesia Parroquial Puerto Plata por el presbítero Manuel González Regalado Muñoz, su relación con su protector, don Pedro Eduardo Dubocq, las primeras lecturas de éste excepcional autodidacta y su nombramiento como Comandante Auxiliar en el Puesto Catonal de Rincón.
La reseña trata también de la instalación de la casa de comercio de su propiedad en Sabaneta de Yásica, la proclamación de la Anexión de la República a España por Pedro Santana, el 18 de marzo de 1861.
Además su integración al moviento restaurador, sus luchas, su proclamación como Presidente de la República el 9 de octubre de 1879, la declaración el 8 de noviembre de Puerto Plata como Capital Interina de la República y muchos otros actos protagonizados por el denodado soldado de la Patria.
En ocasión del 183 aniversario de su natalicio el actual presidente de la República, Luís Abinader, en atención de la diputada Ivannia Rivera Núñez aprobada por la Cámara de Diputados, realizó un desfile militar en la avenida Gregorio Luperón (malecón).
Como pleitesía más que merecida al Paladín de la Restauración en toda la República, con Puerto Plata a la vanguardia, se ha rendido tributo de admiración a su memoria, dándole su esclarecido nombre a pueblos, avenidas, calles, escuelas, monumentos, plazas y a otras edificaciones.
En la provincia que le sirvió de cuna y donde fue amamantado, existen el municipio dé Luperón, el Aeropuerto Internacional Gregorio Luperón, la carretera turística Luperón, el ensanche Luperón y la urbanización Gregorio Luperón y el parque Luperón.
Como si todo eso fuera poco pira expresarle el inmenso cariño y admiración que siente su pueblo por él, se erigieron sendas estatuas ecuestres de general Gregorio Luperón en la puntilla del malecón y a la entrada de Luperón, el polideportivo Gregorio Luperón, la avenida Gregorio Luperón y la Ciudadela Gregorio Luperón.
Como puede apreciarse, el general Gregorio Luperón si fue profeta en su tierra, donde se le valora más que en el resto del país, desmintiendo la frase que dice: “En todas las épocas las masas embrutecidas por los déspotas ensalzan a quienes las oprimen y desprecian a quienes las defienden”.