PUERTO PLATA.-Este sábado 8 de septiembre se conmemorará el 179 aniversario del nacimiento del General Gregorio Luperón, llamado con ju8sticia la Primera Espada de la Restauración de la República Dominicana.
Luperón nació en Puerto Plata en 1839, procreado por Nicolasa Duperón, apellido francés que luego se convirtió en Luperón y Pedro Castellanos. El padre de la segunda República tuvo cinco hermanos cuyos nombres son José Gabriel, Bernardo, Manuela, Dolores y Ramona.
El día 30 del mismo mes fue bautizado en la Iglesia Parroquial de Puerto Plata por el presbítero Manuel Gonzáles Regalado Muñoz, cuando apenas tenía 22 días de haber nacido en una cuna humilde, ya que su madre era muy pobre.
A los 12 años de edad, cuando apenas dejaba la niñez para pasar a la adolescencia, don Pedro E. Dubocq, su protector, en cuya casa leyó la obra clásica Plutarco, lo encargó de los cortes de Caoba que dicho hacendado poseía en Jamao al Norte,
Tres años después, en 1857, con tan solo 15 años, fue nombrado por el Gobierno del General Valverde Comandante auxiliar del Puesto Cantonal de Rincón y en 1858 instaló en Sabaneta de Yásica un comercio.
El 18 de marzo de 1861 el General Pedro Santana proclama la Anexión de la República a España. Estando en Sabaneta de Yásica, el día 25 del citado mes Luperón recibió una carta mediante la cual lo instan a oponerse a la malvada y antipatriótica acción de Santana.
Casi de inmediato partió para Puerto Plata, donde se opuso a firmar el acta de Anexión a España, mostrando de manera clara su amor a la Patria, que apenas tenía 17 años de haber sido fundada por Juan Pablo Duarte y los trinitarios el 27 de febrero de 1844.
Desde su retorno a Puerto Plata Gregorio Luperón comenzó su lucha a favor de la Restauración de la República en 1865, la que lo llevó a la cárcel, expuso su vida en fieros combates, estuvo a punto de ser fusilado.
Su rasgo más característico de este aguerrido titán, que se elevó desde la nada al Solio Presidencial y luego a la posteridad, es el de haberse formado a sí mismo, siendo lo que es en la historia de la República, debido a su valor y voluntad inquebrantables.
Su entrañable pueblo de Puerto Plata ha honrado su memoria con creces, designando uno de sus nueve municipio con su apellido, el aeropuerto internacional lleva su nombre, lo mismo que su principal avenida, centros educativos, una estatua, un busto, barrios, clubes deportivos plazas y otros lugares.