Danilo-Medina-1Manuel Gilbert

SOSUA, Puerto Plata.-Entre los compromisos que hizo el Presidente Danilo Medina durante su visita el domingo 18 de septiembre a Sosúa y Cabarete se incluye un mejoramiento sustancial del suministro de agua potable a los hoteles, restaurantes, a los hogares y a los establecimientos comerciales y empresariales de ambas comunidades turísticas.

Para cumplir esa misión el gobernante designó tanto al Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa) como a la Corporación de Acueductos y Alcantarillados de Puerto Plata (Coraapplata), a fin de que le busquen una solución a mediano plazo a la escasez del preciado líquido, producto de que la fuente que las surtía del recurso hídrico se ha mermado.

El Director General de Coraapplata, ingeniero José Onésimo Reyes Peralta, dio a conocer que tres días después del mandatario impartir sus instrucciones técnicos de Inapa y de Coraapplata visitaron la laguna de Cabarete para verificar los puntos donde se puede hacer pozos para extraer el agua que necesitan las localidades aludidas.

Entre que viajaron desde Santo Domingo hasta Puerto Plata para dar cumplimiento a las directrices del Presidente Medina, es menester mencionar a los técnicos del Departamento de Hidrología del Instituto Nacional de Acueductos y Alcantarillados  (Inapa), quienes conjuntamente con técnicos de Coraapplata iniciaron las exploraciones para detectar los puntos de donde obtendría el agua que se requiere en cantidad y calidad sin maltratar el medio ambiente de Sosúa y Cabarete.

El sistema que aportaba la cantidad de agua que necesitan dichas comunidades opera en el río de La Catalina se comenzó a construir en el año 1992 y se terminó en el año 1995, por lo que a la fecha tiene algo más de 20 años de haber sido puesto en operación y el tiempo de su vida útil hace algo más de un año que se cumplió.

“Es bueno que orientemos a la población en el sentido de que un sistema de abastecimiento de agua casi siempre se diseña para satisfacer la demanda de este indispensable recurso para la vida que requiere la población existente al momento de su construcción, más la población que se desarrollará en los próximos 20 años”, ilustró el titular de Coraapplata.

No obstante el acueducto de La Catalina haber sido diseñado y construido por la Secretaría de Estado de Obras Públicas, que luego lo pasó a Inapa, para producir unos 200 litros, se puso en operación aportando apenas 82 litros, lo que representaba una cantidad de 120 litros menos de lo proyectado, déficit que se ha arrastrado durante veintiún años.

Al no poderse captar los 200 litros en el río de La Catalina, tan pronto se puso en servicio el deficitario sistema de abastecimiento de agua, inmediatamente se ordenó explorar uno de los dos márgenes del río Yásica para obtener los 120 litros que faltaban para conducirlos por medio de una tubería de aducción de 30 pulgadas a la planta de potabilización y de ahí a Cabarete y Sosúa.

El ingeniero Reyes Peralta señala que cuando volvió a la Dirección General de Coraapplata hace más de un año, encontró que dicho acueducto de los 80 litros que produjo durante algunos años, apenas estaba aportando 30 litros, situación que se ha agravado más  por los movimientos telúricos que se han producido en la zona, provocando que el agua se infiltre y 50 litros de los 80 que se tomaba están saliendo aguas abajo de la obra de toma.

Como fórmula salvadora se ha decidido recoger mediante el empleo de dos bombas el agua que se desborda por encima de la obra de toma del acueducto que abastece de agua a los habitantes de La Catalina y se va al mar sin ser usada por nadie, para transportarla de nuevo a la planta de potabilización ubicada a unos doscientos metros de longitud de allí.

El dinero que se requiere para la compra de los equipos que se utilizarán para implementar dicha solución fueron aportados ya por el Presidente Danilo Medina y se espera arribar a un acuerdo consensuado con los moradores de La Catalina para garantizar el agua que necesitan recibir Cabarete y Sosúa antes del inicio de la próxima temporada turística de invierno que está al doblar de la esquina.